sábado, 25 de junio de 2011

EL DR. JAMES ANDERSON



El lado oscuro del Dr. James Anderson

y los orígenes de la Masonería   Especulativa



 



No es fácil reducir a sus verdaderas dimensiones  una figura como la del pastor James Anderson  debido a la relativa escasez de informaciones fidedignas sobre su biografía y a ciertos aspectos de sus actividades que han permanecido en las sombras por motivos poco claros.





James Anderson nació el 5 de Agosto de 1662 en Aberdeen (Escocia). Según fuentes incontrolables, habría recibido alguna instrucción masónica en una Logia  escocesa y se habría desempeñado como Brother of Jakim ( capellán ) en una Logia  Operativa .Como ministro de la Iglesia Presbiteriana Escocesa oficiaba en la iglesia situada en Swallow Street y Regent Street de Londres, en los días en que comienza a ser conocido en  el ambiente masónico.





La catedral de San Pablo fue comenzada en 1675  con piedras acarreadas desde la localidad de Portland y la construcción  del edificio estaba a cargo de la Logia  St. Paul, fundada ese mismo año, de la División de Franc-Masones Operativos de la ciudad de Londres cuyo lugar de reunión para las Tenidas era la  conocida  Taberna  The Goose and the Gridiron situada en  St. Paul s Church Yard.





Desde el 1ro. de Enero de 1710, el Dr. James Anderson se desempeñaba como Brother of Jakim  (capellán) de dicha Logia St. Paul. Las Actas y Registros de la Logia St. Paul indican que en el año 1714  el Dr. Anderson, por su propia autoridad, comenzó a introducir innovaciones en las Reglas tales como admitir Candidatos sin que hubiesen servido los siete años de Aprendizaje obligatorio.





Los miembros Operativos de dicha Logia que se reunía en The Goose and the Gridiron Ale House no aprobaban, de ninguna manera, esta conducta por lo que lo expulsaron en Septiembre de 1715. Sin embargo, ya en el mes de Septiembre de 1714 había recibido (no  iniciado ...), al precio de 5  guineas  per capita a siete candidatos fuera de las reglas tradicionales. Ellos eran :





- George Payne, futuro Gran Maestre especulativo.


- Rev. J.T. Désaguliers


- Johnson, un doctor que cobraba los honorarios de los exámenes médicos de los Aprendices .


- Stuart, un abogado que se encargaba de redactar contratos.


- Anthony  Sayer, que trabajaba en la Oficina de Planos a las órdenes de sir Christopher Wren , Primer Gran Maestro Masón ( Salomón ) de la División Londres de la Worshipful Society of Free-Masons, Rough-Masons, Wallers, Slaters, Paviors, Plaisterers and Bricklayers.


- Entick, un gentilhombre cuyo nombre está marcado con la partícula nil en el Libro de Actas.


- Montague, quien luego se unió al Oficio Operativo para poder diseñar edificios. Gran Maestre especulativo en 1721.





Dentro de la Masonería Especulativa se ignora que, al igual que el médico de la Logia, un Brother of Jakim no era un iniciado masón, no había servido los siete años de Aprendizaje y no había recibido ningún grado masónico de los siete que componen el Sistema Operativo. Como miembro  aceptado de la Logia y  para desempeñar su oficio de capellán de una Logia Operativa, un Brother of Jakim solamente debía estar presente en cierta parte  de las ceremonias y estaba bajo juramento de no revelar lo que pudiese llegar a conocer  de las mismas.





El texto de dicho juramento fue aprobado en la gran Asamblea Masónica llevada a cabo en Wakefield en 1663.





La ceremonia Operativa de consagración de un nuevo Brother of Jakim, aunque pueda parecer extraño, no podía ser llevada a cabo por un Maestro Masón del VII y último grado del Sistema Operativo. Un Brother of Jakim solo podía ser consagrado por un Brother of Jakim anterior  quien le comunicaba al nuevo capellán asistente  ciertos secretos que eran desconocidos aún para los Maestros Masones del  VII Grado. El nuevo Brother of Jakim elegido era luego seleccionado  por los tres Grandes Maestros Masones y durante una pequeña parte de la ceremonia ambos capellanes, el nuevo y el viejo, se retiraban y este último iniciaba al primero en una ceremonia particular  perpetuada desde los tiempos en que Moisés  consagrara  como sacerdotes a  Aaron y sus hijos (Exodo, XXVII y XXIX, 4-9). Esta ceremonia, luego, se extinguió.





Para que quede absoluta y definitivamente claro debe reiterarse que el Dr. James Anderson  no era un iniciado en la Masonería y mucho menos un Maestro Masón y por lo tanto no se encontraba en posesión legítima y regular de los auténticos secretos operativos de la Maestría
tales como el triángulo  de proporción 3-4-5, la Estrella Polar, la invocación a  El-Shaddai, la Swastika, el misterio del Cuadrado y el Rectángulo de los Maestros Operativos (áreas  respectivas 49 y 48) , etc. ni tampoco de ninguno de los muchos otros secretos de la Masonería Operativa.





En la época en que estos hechos ocurrían, estaban a cargo de la London Division de la Worshipful Society of Free-Masons  sir  Christopher Wren a cargo del Primer Trono (Salomón) y Thomas Strong a cargo del Segundo Trono (Hiram de Tiro)  quienes , según palabras textuales de los
Operativos, quicked out (patearon)  fuera de la antigua Honorable Sociedad al pastor Anderson y sus siete gentlemen ... Anderson y sus neo-masones  formaron una nueva Logia, cismática ante la Masonería Operativa, a la que denominaron Lodge of Antiquity y luego crearon otras Logias semejantes. En 1716, el  learned doctor Anderson y sus secuaces sintiéndose neglected (olvidados o despreciados), aunque, en realidad, sencillamente habían sido expulsados por sus recepciones irregulares e inconducta, decidieron  cimentarse bajo un Gran Maestro... (cargo inexistente  en la Masonería Operativa).





Esta organización cismática llevaba consigo las inevitables  marcas de la desviación y la inversión tales como, por ejemplo, el orden de la Apertura y Cierre de los Trabajos, el orden de las Palabras Sagradas del Primer y Segundo Grado (B en lugar de la  J), los puestos de los Tres Grandes Maestros y de los dos Guardianes en la Logia, el orden de las Joyas distintivas del Primer y  Segundo Guardianes, etc. De esta manera se constituyó, en 1717,  la Neo-masonería representada por la Gran Logia de Inglaterra. En el Libro de las Constituciones, edición de 1723, el Dr. Anderson  informaba  textualmente que habían comparado y reducido los  inmemorial usages of the Fraternity and digested them into this new method.    (usos inmemoriales de la Fraternidad y los había digerido en este nuevo método.)





Estas afirmaciones del Dr. Anderson (no existen registros de dónde pudo obtener su doctorado...) plantean varias preguntas:





1) Cómo eran esos usos inmemoriales antes que el learned
doctor los hubiese digerido?


2) Cómo los obtuvo el Dr. Anderson?


3) Por qué los alteró?


4) Cuál fue el resultado de su digestión y de su
nuevo método?





 A la primera pregunta se debe responder que dichos usos inmemoriales se perpetúan hasta hoy en las Logias Operativas existentes en diversas partes del mundo y en ciertas Ordenes de Caballería masónica con filiación operativa.





A la segunda pregunta se debe responder que Anderson obtuvo ciertas informaciones de las ceremonias operativas por su participación en algunas partes de las mismas cuando se desempeñaba como capellán de una Logia Operativa.





Anderson  alteró los usos inmemoriales, solo los que él conocía, porque, en el fondo, despreciaba lo que él  denominaba las Constituciones Góticas y  su oportunismo político-religioso lo llevó a separarse de las antiguas Logias Operativas, de raigambre jacobita, creando una Neomasonería  especular aliada a la dinastía protestante  y
usurpadora de los Hannover- Brunswick- Orange.





El resultado  de su  digestión fue la constitución de la exitosa Masonería Especulativa, establecida según el  nuevo método, el cual paradójicamente llevó a la pérdida del método de realización espiritual de la Masonería de Occidente  y  a la fracasada tentativa de la Masonería Operativa Turca ( musulmana), en las primeras décadas del siglo XX, de restaurar dicho método de realización.


 
    En definitiva, el resultado de la conducta irregular de James Anderson & Co. fue la aparición de una caricatura de la  auténtica Masonería Operativa a la que los Masones  antiguos denominaban despreciativamente Andersonry para indicar  la desviación operada en contra de los Usos Antiguos. A partir de ese momento, los Masones Operativos se negaron a iniciar a toda persona que llevase el apellido  Anderson como marca de su execración...






      Merlin                                                            
HRDM-KLWNNG






miércoles, 15 de junio de 2011

SIGNIFICADO DE LOS GRADOS CRIPTICOS




Significado de los Grados Crípticos

         
                Los Grados Crípticos son, etimológicamente, los Grados de la CRIPTA, pues sus Trabajos se desarrollan en una Bóveda subterránea. En la Orden Real de Heredom de Kilwinning corresponde a los Grados IV° y V°, pues sus Leyendas aluden a la Caverna iniciática. En el VI° Grado el iniciado sale nuevamente a la superficie de la tierra y se produce el Pasaje de las aguas simbolizando el cambio de estado y el ascenso a los estados superiores del Ser.


                 En el presente análisis, sobre el significado de la CAVERNA, tomamos como base de los escritos del Querido Hermano René Guenón y extrayendo desde su obra “Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada” logramos la claridad para la necesaria docencia de este Grado. Es así que resumimos varios capítulos para una mejor comprensión del tema que nos ocupa.


         La iniciación al Grado IV°, lejos de lo que algunos podrían considerarla, esto es, como una muerte, resulta ser lo contrario. Para nosotros es como un “segundo nacimiento”, y como un paso de las tinieblas a la luz. Pero el lugar de este nacimiento es también la caverna, por lo menos en los casos en que la iniciación se efectúa en ella, real o simbólicamente. Lo mismo aparece por lo demás, incluso exotéricamente, en el simbolismo cristiano de la Natividad, con igual nitidez que en otras tradiciones; y es evidente que la caverna como lugar de nacimiento no puede tener precisamente la misma significación que la caverna como lugar de muerte o sepultura. Se podría hacer notar, sin embargo, por lo menos para vincular entre sí esos aspectos diferentes y hasta en apariencia opuestos, que muerte y nacimiento no son, en suma, sino las dos fases de un mismo cambio de estado, y que el paso de un estado a otro se considera siempre como que debe efectuarse en la oscuridad; en este sentido, la caverna sería más exactamente, pues, el lugar mismo de ese tránsito: pero esto, aun siendo estrictamente verdadero, no se refiere aún sino a uno de los aspectos de su complejo simbolismo.


La verdad es que, muy lejos de constituir un lugar tenebroso, la caverna iniciática está iluminada interiormente, de modo que, al contrario, la oscuridad reina fuera de ella, pues el mundo profano se asimila naturalmente a las “tinieblas exteriores” y el “segundo nacimiento” es a la vez una “iluminación”. Ahora, si se pregunta por qué la caverna es considerada así desde el punto de vista iniciático, responderemos que la solución se encuentra, por una parte, en el hecho de que el símbolo de la caverna es complementario con respecto al de la montaña, y, por otra, en la relación que une estrechamente el simbolismo de la caverna con el del corazón.


Sin embargo, la Caverna no puede ser confundida con el “Laberinto”, ya que este último es el acceso a determinado lugar donde no todos pueden penetrar indistintamente; solo los que están “cualificados” podrán recorrerlo hasta el fin, mientras que los otros se verán impedidos de penetrar o extraviarán el camino. Se ve inmediatamente que hay aquí la idea de una “selección”, en relación evidente con la admisión a la iniciación misma: el recorrido del laberinto no es propiamente, pues, a este respecto, sino una representación de las pruebas iniciáticas; y es fácil comprender que, cuando servía efectivamente como medio de acceso a ciertos santuarios, podía ser dispuesto de tal manera que los ritos correspondientes se cumplieran en ese trayecto mismo. Por otra parte, se encuentra también la idea de “viaje”, en el aspecto en que esa idea se asimila a las pruebas mismas, como puede verificárselo aún hoy en ciertas formas iniciáticas, la masonería por ejemplo, donde cada una de las pruebas simbólicas se designa, precisamente, como un “viaje”. Otro simbolismo equivalente es el de la “peregrinación”; y recordaremos a este respecto los laberintos que se trazaban otrora en las lajas del piso de ciertas iglesias, cuyo recorrido se consideraba como un 14 sustituto” del peregrinaje a Tierra Santa; por lo demás, si el punto en el que termina ese recorrido representa un lugar reservado a los “elegidos”, ese lugar es real y verdaderamente una “Tierra Santa” en el sentido iniciático de la expresión: en otros términos, ese punto no es sino la imagen de un centro espiritual, como todo lugar de iniciación lo es igualmente.



La caverna es el lugar en que se cumple la iniciación misma, sin embargo, el laberinto, es el lugar de las pruebas previas. Recordemos cuando se dice en algunos rituales que el profano, en el caso del Primer Grado y en grados siguientes, el candidato debe transitar mediante la “Marcha Laberíntica”. Entonces, la Caverna no es el camino que conduce a la iniciación, sino que el Laberinto se constituye en el obstáculo que veda el acercamiento a los profanos “no cualificados”.


Ha de hacerse notar aún que, cuando la misma caverna es a la vez el lugar de la muerte iniciática y el del “segundo nacimiento”, debe entonces ser considerada como acceso no solo a los dominios subterráneos o “infernales”, sino también a los dominios supraterrestres; esto también responde a la noción del punto central, que es, en el orden “macrocósmico”, al igual que en el “microcósmico”, aquel donde se efectúa la comunicación con todos los estados superiores e inferiores; y solamente así la caverna puede ser, la imagen completa del mundo, en cuanto todos esos estados deben reflejarse igualmente en ella; de no ser así, la asimilación de su bóveda al cielo sería absolutamente incomprensible. Pero, por otra parte, si el “descenso a los Infiernos” se cumple en la caverna misma, entre la muerte iniciática y el “segundo nacimiento”, se ve que no puede considerarse a ese descenso como representado por el recorrido del laberinto, y entonces cabe aún preguntarse a qué corresponde en realidad este último: son las “tinieblas exteriores”, y a las que se aplica perfectamente el estado de “errancia”, si es lícito usar este término, del cual tal recorrido es la exacta expresión. Este asunto de las “tinieblas exteriores” podría dar lugar a otras precisiones, pero nos harían traspasar los límites del presente estudio.


         El Hno. René Guenón hace interesantes anotaciones en lo referente a la Caverna y el “Corazón” y su consecuencia en la comprensión de una representación de un centro espiritual.
        
Para este, explica el papel desempeñado por la caverna desde el punto de vista iniciático en cuanto a la representación de un centro espiritual. En efecto, el corazón es esencialmente un símbolo del centro, ya se trate, por lo demás, del centro de un ser, o, analógicamente, del de un mundo, es decir, en otros términos, ya se coloque uno desde el punto de vista “microcósmico”, ya desde el “macrocósmico”; es, pues, natural, en virtud de esa relación, que el mismo significado pertenezca igualmente a la caverna; pero se trata ahora de explicar más completamente esa conexión simbólica misma.


La “caverna del corazón” es una conocida expresión tradicional: la palabra guhâ, en sánscrito, designa generalmente una caverna, pero se aplica también a la cavidad interna del corazón y, por extensión, al corazón mismo; esta “caverna del corazón” es el centro vital en el cual reside no solamente el jîvâtmâ, sino también el Atmâ incondicionado, que es en realidad idéntico al propio Brama. La palabra guhâ deriva de la raíz ghu-, cuyo sentido es ‘cubrir’ o ‘esconder’, el mismo que el de otra raíz similar gup-, de donde gupta, que se aplica a todo lo que tiene un carácter secreto, a todo lo que no se manifiesta al exterior; es el equivalente del griego kryptós, de donde la palabra “cripta”, sinónimo de “caverna”. Estas ideas se refieren al centro, en cuanto punto el más interior y por consiguiente el más escondido; a la vez, se refieren también al secreto iniciático, sea en sí mismo, sea en cuanto simbolizado por la disposición del lugar donde se cumple la iniciación, lugar escondido o “cubierto” (masónicamente: ”estar a cubierto”), es decir, inaccesible a los profanos, ya esté defendido el acceso por una estructura “laberíntica”, ya de otro modo cualquiera (como por ejemplo los “templos sin puertas” de la iniciación extremo-oriental), y siempre considerado como imagen del centro.


Por otra parte, importa destacar que ese carácter escondido o secreto, en lo que concierne a los centros espirituales o a sus figuraciones, implica que la verdad tradicional misma, en su integridad, no es ya accesible a todos los hombres indistintamente, lo que indica que se trata de una época de “oscurecimiento” por lo menos relativo; esto permite “situar” tal simbolismo en el curso del proceso cíclico.


El esquema del corazón es un triángulo con el vértice hacia abajo (“triángulo del corazón” es otra expresión tradicional); y ese mismo esquema se aplica también a la caverna, mientras que el de la montaña, como el de la pirámide que a ella equivale, es, al contrario, un triángulo con el vértice hacia arriba; esto muestra que se trata de una relación inversa, y también, en cierto sentido, complementaria. Agregaremos, acerca de esta representación del corazón y la caverna por el triángulo invertido, que es uno de los casos en que a éste no se vincula, evidentemente, ninguna idea de “magia negra”, contra lo que harto a menudo pretenden quienes no tienen del simbolismo sino un conocimiento por completo insuficiente.


Volvamos a lo que, según la tradición hindú, se oculta en la “caverna del corazón”: es el principio mismo del ser, principio que, en ese estado de “envoltura” o “repliegue” y con respecto a la manifestación, se compara a lo que hay de más pequeño (la palabra dáhara, que designa la cavidad donde aquél reside, se refiere también a esa idea de pequeñez), cuando en realidad es lo que hay de más grande, así como el punto es espacialmente ínfimo y aun nulo, aunque sea el principio por el cual todo el espacio se produce, o del mismo modo que la unidad aparece como el menor de los números, aunque los contenga principialmente a todos y produzca de por sí toda su serie indefinida. También aquí encontramos, pues, la expresión de una relación inversa, en cuanto el principio se encara según dos puntos de vista diferentes; de estos dos puntos de vista, el de la extrema pequeñez concierne a su estado oculto y, en cierto modo, “invisible”, el cual no es para el ser sino aun una “virtualidad” pero a partir del cual se efectuará el desarrollo espiritual de ese ser; allí, pues, está propiamente el “comienzo” (initium) de ese desarrollo, lo que se halla en relación directa con la iniciación, entendida en el sentido etimológico del término; y precisamente desde este punto de vista la caverna puede ser considerada el lugar del “segundo nacimiento”. A este respecto, encontramos textos como el siguiente: “Sabe tú que este Agni, que es el fundamento del mundo eterno (principial), y por el cual éste puede ser alcanzado, está oculto en la caverna (del corazón)”, lo que se refiere, en el orden “microcósmico”, al “segundo nacimiento” y también, por transposición al orden “macrocósmico”, a su análogo, que es el nacimiento del Avatâra.


Hemos dicho que lo que reside en el corazón es a la vez el jîvâtmâ desde el punto de vista de la manifestación individual y el Âtmâ incondicionado o Paramâtmâ desde el punto de vista principial; los dos no se distinguen sino en modo ilusorio, es decir, relativamente a la manifestación misma, y son uno en la realidad absoluta. Son “los dos que han entrado en la caverna”, y que, al mismo tiempo, se dice que “permanecen en la más alta sumidad”, de modo que los dos simbolismos, el de la montaña y el de la caverna, se encuentran reunidos aquí. El texto agrega que “quienes conocen a Brahma los llaman sombra y luz”; esto se refiere más en particular al simbolismo de Nara-nâràyana, de que hemos hablado con motivo de la Âtmâ-Gîtâ, citando precisamente este mismo texto; Nara, el humano o el mortal, que es jîvâtmâ, se asimila a Árjuna, y Nâràyana, el divino o inmortal, que es Paramâtmâ, se asimila a Krshna; pero, según su sentido propio, el nombre de Krshna designa el color oscuro, y el de Árjuna el color claro, o sea, respectivamente, la noche y el día, en cuanto se los considera como representación respectiva de lo no-manifestado y de lo manifestado. Un simbolismo exactamente similar a este respecto se encuentra, por lo demás, con los Dioscuros, puestos además en relación con los dos hemisferios, uno oscuro y otro claro, como lo hemos indicado al estudiar el simbolismo de la “doble espiral”. Por otra parte, aquellos denominados “los dos”, o sea el jîvâtmâ y el Paramâtmâ, son también los “dos pájaros” o las “dos aves” de quienes se habla en otros textos diciendo que “residen en el mismo árbol” (así como Árjuna y Krshna montan en el mismo carro), y que están “inseparablemente unidos” porque, como decíamos antes, no son en realidad sino uno y solo ilusoriamente se distinguen; importa destacar aquí que el simbolismo del árbol es esencialmente “axial”, como el de la montaña; y la caverna, en cuanto se considera como situada en la montaña, o en el interior mismo de ésta, se encuentra también sobre el eje, pues, en todos los casos y de cualquier modo que se encaren las cosas, allí está necesariamente el centro, que es el lugar de unión de lo individual con lo Universal.


El Hno. René Guenón hace otras interesantes anotaciones en lo que se refiere a la Caverna y la “Montaña”; veamos que se desprende de esto.


Existe, pues, una relación estrecha entre la montaña y la caverna, en cuanto una y otra se toman como símbolos de los centros espirituales, como lo son también, por razones evidentes, todos los símbolos, “axiales” o “polares”, de los cuales uno de los principales es precisamente la montaña. Recordaremos que, a este respecto, la caverna debe considerarse situada bajo la montaña o en su interior, de modo de encontrarse igualmente sobre el eje, lo que refuerza aún el vínculo existente entre ambos símbolos, en cierto modo complementarios entre sí. Es preciso, empero, advertir también, para “situarlos” exactamente uno respecto del otro, que la montaña tiene carácter más “primordial” que la caverna: ello resulta del hecho de que es visible en el exterior, de que es inclusive, podría decirse, el más visible de todos los lugares, mientras que, al contrario, la caverna es, según lo hemos dicho, un lugar esencialmente oculto y cerrado. Puede fácilmente deducirse que la representación del centro primordial por la montaña corresponde propiamente al período originario de la humanidad terrestre, durante el cual la verdad era íntegramente accesible a todos (de donde el nombre de Satya-Yuga [‘período de la verdad’], y la cúspide de la montaña es entonces el Satya-Loka o ‘lugar de la verdad’); pero, cuando a consecuencia de la marcha descendente del ciclo esa verdad no estuvo ya sino al alcance de una minoría más o menos restringida (lo que coincide con los comienzos de la iniciación entendida en su sentido más estricto) y se hizo oculta para la mayoría de los hombres, la caverna fue un símbolo más apropiado para el centro espiritual y, por consiguiente, para los santuarios iniciáticos que son su imagen. Por tal cambio, el centro, podría decirse, no abandonó la montaña, sino que se retiró solamente de la cúspide al interior; por otra parte, ese mismo cambio es en cierto modo una “inversión” por la cual, según lo hemos explicado en otro lugar, el “mundo celeste” (al cual se refiere la elevación de la montaña por sobre la superficie terrestre) se convirtió en cierto sentido en el “mundo subterráneo” (aunque en realidad no sea él el que cambió, sino las condiciones del mundo exterior, y por lo tanto su relación con éste); y esa “inversión” se encuentra figurada por los esquemas respectivos de la montaña y la caverna, que expresan a la vez su mutua complementariedad.


Según hemos señalado anteriormente, el esquema de la montaña, al igual que el de la pirámide o el del montículo, sus equivalentes, es un triángulo con el vértice hacia arriba; el de la caverna, al contrario, es un triángulo con el vértice hacia abajo, y por ende invertido con respecto a aquél. Este triángulo invertido es igualmente el esquema del corazón, y el de la copa, que está generalmente asimilada a aquél en el simbolismo, según lo hemos mostrado particularmente en lo que concierne al Santo Grial. Agreguemos que estos últimos símbolos y sus similares, desde un punto de vista más general, se refieren al principio pasivo o femenino de la manifestación universal, o a alguno de los aspectos de él, mientras que los símbolos esquematizados por el triángulo con el vértice hacia arriba se refieren al principio activo o masculino; se trata, pues, de una verdadera complementariedad. Por otra parte, si se disponen ambos triángulos uno debajo del otro, lo que corresponde a la situación de la caverna bajo la montaña, se ve que el segundo puede considerarse como el reflejo del primero (fig. 12); y esta idea de reflejo conviene muy bien a la relación de un símbolo derivado con respecto al símbolo principal, según lo que acabamos de decir acerca de la relación entre la montaña y la caverna en cuanto representaciones sucesivas del centro espiritual en las diferentes fases del desarrollo cíclico.



                                           
Podría causar asombro el que figuremos aquí el triángulo invertido más pequeño que el triángulo derecho, pues, desde que éste es reflejo de aquél, parecería que debería serle igual; pero tal diferencia en las proporciones no es cosa excepcional en el simbolismo: así, en la Cábala hebrea, el Macroprosopo o “Gran Rostro” tiene por reflejo el Microprosopo o “Pequeño Rostro”. Además, hay en ello, en el caso presente, una razón más particular: hemos recordado, con motivo de la relación entre la caverna y el corazón, el texto de las Upáníshad donde se dice que el Principio, residente en “el centro del ser” es “más pequeño que un grano de arroz, más pequeño que un grano de cebada, más pequeño que un grano de mostaza, más pequeño que un grano de mijo, más pequeño que el germen que está en un grano de mijo”, pero también, al mismo tiempo, “más grande que el cielo, más grande que todos estos mundos juntos”; ahora bien: en la relación inversa de los dos símbolos que ahora consideramos, la montaña corresponde a la idea de “grandor” y la caverna (o la cavidad del corazón) a la de “pequeñez”. El aspecto del “grandor” se refiere, por otra parte, a la realidad absoluta, y el de la “pequeñez” a las apariencias relativas a la manifestación; es, pues, perfectamente normal que el primero se represente aquí por el símbolo que corresponde a una condición “primordial”, y el segundo por el que corresponde a una condición ulterior de “oscurecimiento” y de “envoltura” o repliegue” espiritual.


Si se quiere representar la caverna como situada en el interior mismo (o en el corazón, podría decirse) de la montaña, basta transportar el triángulo inverso al interior del triángulo recto, de modo que sus centros coincidan (fig. 13); el primero debe, pues, ser necesariamente más pequeño para poder contenerse íntegramente en el otro; pero, aparte de esta diferencia, el conjunto de la figura así obtenida es manifiestamente idéntico al símbolo del “sello de Salomón”, donde los dos triángulos opuestos representan igualmente dos principios complementarios, en las diversas aplicaciones de que son susceptibles. Por otra parte, si se hacen los lados del triángulo invertido iguales a la mitad de los del triángulo recto (los hemos hecho un poco menores para que los dos triángulos aparezcan enteramente separados, pero, de hecho, es evidente que la entrada de la caverna debe encontrarse en la superficie misma de la montaña, y por lo tanto que el triángulo que la representa debería realmente tocar el perímetro del otro), el triángulo menor dividirá la superficie del mayor en cuatro partes iguales, de las cuales una será el triángulo invertido mismo, mientras que las otras tres serán triángulos rectos.






En el capitulo “La Caverna y el Huevo del Mundo” encontramos otros interesantes aportes a nuestro estudio.


La caverna iniciática, hemos dicho anteriormente, está considerada como una imagen del mundo; pero, por otra parte, en razón de su asimilación simbólica al corazón, representa particularmente el lugar cósmico central. Puede parecer que haya en ello dos puntos de vista diferentes, pero, en realidad, no se contradicen en modo alguno. El “Huevo del Mundo” es central con respecto al “cosmos” y, a la vez, contiene en germen todo cuanto éste contendrá en el estado de plena manifestación; todas las cosas se encuentran, pues, en el “Huevo del Mundo”, pero en un estado de “repliegue” o “envoltura”, que precisamente se figura también, por la situación misma de la caverna, por su carácter de lugar oculto y cerrado. Las dos mitades en que se divide el “Huevo del Mundo”, según uno de los aspectos más habituales de su simbolismo, se convierten, respectivamente, en el cielo y la tierra; en la caverna, igualmente, el suelo corresponde a la tierra y la bóveda al cielo; no hay, pues, en todo ello nada que no sea perfectamente coherente y normal.


Ahora, falta considerar otra cuestión particularmente importante desde el punto de vista iniciático: hemos hablado de la caverna como lugar del “segundo nacimiento”; pero ha de hacerse una distinción esencial entre este “segundo nacimiento” y el “tercer nacimiento”, distinción que en suma corresponde a la de la iniciación en los “pequeños misterios” y en los “grandes misterios”; si el “tercer nacimiento” se representa también como cumplido en la caverna, ¿de qué modo se adaptará a él el simbolismo, de ésta? El “segundo nacimiento”, que es propiamente lo que puede llamarse la “regeneración psíquica”, se opera en el dominio de las posibilidades sutiles de la individualidad humana; el “tercer nacimiento”, al contrario, al efectuarse directamente en el orden espiritual, y no ya en el psíquico, es el acceso al dominio de las posibilidades supraindividuales. El uno es, pues, propiamente un “nacimiento en el cosmos” (proceso al cual corresponde, según lo hemos dicho, en el orden “macrocósmico”, el nacimiento del Avatâra) y por consiguiente es lógico que se lo figure como ocurrido íntegramente en el interior de la caverna; pero el otro es un “nacimiento fuera del cosmos” y a esta “salida del cosmos”, según la expresión de Hermes, debe corresponder, para que el simbolismo sea completo, una salida final de la caverna, la cual contiene solamente las posibilidades incluidas en el “cosmos”, las que el iniciado debe precisamente sobrepasar en esta nueva fase del desarrollo de su ser, del cual el “segundo nacimiento” no era en realidad sino el punto de partida.


Aquí, naturalmente, ciertas relaciones se encontrarán modificadas: la caverna vuelve a ser un “sepulcro”, no ya esta vez en razón exclusivamente de su situación “subterránea”, sino porque el “cosmos” íntegro es en cierto modo el “sepulcro” del cual el ser debe salir ahora; el “tercer nacimiento” está precedido necesariamente de la “segunda muerte”; que no es ya la muerte al mundo profano, sino verdaderamente la “muerte al cosmos” (y también “en el cosmos”), y por eso el nacimiento “extracósmico” se asimila siempre a una “resurrección”. Para que pueda ocurrir tal “resurrección”, que es al mismo tiempo la salida de la caverna, es necesario que sea retirada la piedra que cierra la abertura del “sepulcro” (es decir, de la caverna misma); veremos en seguida cómo puede traducirse esto en ciertos casos en el simbolismo ritual.


Por otra parte, cuando lo que está fuera de la caverna representaba solamente el mundo profano o las “tinieblas exteriores”, la caverna aparecía como el único lugar iluminado, y, por lo demás, iluminado forzosamente desde el interior; ninguna luz, en efecto, podía entonces venirle de afuera. Ahora, puesto que hay que tener en cuenta las posibilidades “extracósmicas”, la caverna, pese a tal iluminación, se hace relativamente oscura, por relación, no diremos a lo que está simplemente fuera de ella, sino más precisamente a lo que está por sobre ella, allende su bóveda, pues esto es lo que representa al dominio “extracósmico”. Podría entonces, según este nuevo punto de vista, considerarse la iluminación interior como el mero reflejo de una luz que penetra a través del “techo del mundo”, por la “puerta solar”, que es el “ojo” de la bóveda cósmica o la abertura superior de la caverna. En el orden microcósmico esta abertura corresponde al Brahma-randhra [el séptimo chakra], es decir, al punto de contacto del individuo con el “séptimo rayo” del sol espiritual, punto cuya “localización” según las correspondencias orgánicas se encuentra en la coronilla, y que se figura también por la abertura superior del athanor hermético (El “tercer nacimiento” podría ser considerado, empleando la terminología alquímica, como una “sublimación”). Agreguemos a este respecto que el “huevo filosófico”, el cual desempeña manifiestamente el papel de “Huevo del Mundo”, está encerrado en el interior del athanor, pero que éste mismo puede ser asimilado al “cosmos”, y ello en la doble aplicación, “macrocósmica” y “microcósmica”; la caverna, pues, podrá también identificarse simbólicamente a la vez con el “huevo filosófico” y con el athanor, según que la referencia sea, si así quiere decirse, a grados de desarrollo diferentes en el proceso iniciático, pero, en todo caso, sin que su significación fundamental se altere en modo alguno.


Cabe observar también que, con esa iluminación refleja, tenemos la imagen de la caverna de Platón, en la cual no se ven sino sombras, gracias a una luz que viene de afuera, y esta luz es ciertamente “extracósmica”, ya que su fuente es el “Sol inteligible”. La liberación de los prisioneros y su salida de la caverna es una “salida al día”, por la cual pueden contemplar directamente la realidad de que hasta entonces no habían percibido sino un simple reflejo; esa realidad son los “arquetipos” eternos, las posibilidades contenidas en la “permanente actualidad” de la esencia inmutable.


Por último, importa señalar que los dos “nacimientos” de que hemos hablado, siendo dos fases sucesivas de la iniciación completa, son también, por eso mismo, dos etapas por una misma vía, y que esta vía es esencialmente “axial”, como lo es igualmente, en su simbolismo, el “rayo solar” al cual nos referíamos poco antes, el cual señala la “dirección” espiritual que el ser debe seguir, elevándose constantemente, para finalmente llegar a su verdadero centro. En los límites del microcosmo, esta dirección “axial” es la de la sushumnâ [una “arteria” sutil], que se extiende hasta la coronilla, a partir de la cual se prolonga “extraindividualmente”, podría decirse, en el “rayo solar” mismo, recorrido remontándose hacia su fuente; a lo largo de la sushumnâ se encuentran los chakra, centros sutiles de la individualidad, a algunos de los cuales corresponden las diferentes posiciones del lûz o “núcleo de inmortalidad” a las que nos hemos referido anteriormente, de modo que esas posiciones mismas, o el “despertar” sucesivo de los correspondientes chakra, son siempre asimilables igualmente a etapas situadas en la misma vía “axial”. Por otra parte, como el “Eje del Mundo” se identifica naturalmente con la dirección vertical, que responde muy bien a la idea de vía ascendente, la abertura superior, que corresponde “microcósmicamente”, según lo hemos dicho, a la coronilla, deberá situarse normalmente, a este respecto, en el cenit de la caverna, es decir, en la sumidad de la bóveda. Empero, la cuestión presenta de hecho algunas complicaciones, debido a que pueden intervenir dos modalidades diferentes de simbolismo, una “polar” y otra “solar”.


Abordaremos ahora el resultado final del simbolismo de la Caverna, esto es “La Salida de la Caverna”, aunque ello nos lleve necesariamente a dar luces sobre grados superiores. Sin embargo es necesario hacerlo pues solo entonces es posible comprender en plenitud el sentido de nuestro tema.


La salida final de la caverna iniciática, considerada como representación de la “salida del cosmos”, parece deber efectuarse normalmente, según lo que antes hemos dicho, por una abertura situada en la bóveda, y en el cenit de ella; recordamos que esta puerta superior, designada a veces tradicionalmente como el “cubo de la rueda solar” y también como “el ojo cósmico”, corresponde en el ser humano al Brahma-randhra y a la coronilla. Empero, pese a las referencias al simbolismo solar que se encuentran en tal caso, podría decirse que esta posición “axial” y “cenital” se refiere más directamente, y sin duda más primitivamente también, a un simbolismo polar: este punto es aquel en el cual, según ciertos rituales “operativos”, está suspendida la “plomada del Gran Arquitecto”, que señala la dirección del “Eje del Mundo” y se identifica entonces con la misma estrella polar. Cabe señalar también que, para que la salida pueda efectuarse así, es menester que de ese lugar mismo se retire una piedra de la bóveda; y esta piedra, por el hecho mismo de ocupar la sumidad, tiene en la estructura arquitectónica un carácter especial y hasta único, pues es naturalmente la “clave de bóveda”; esta observación no carece de importancia, aunque no sea éste el lugar de insistir en ella.


De hecho, parece bastante raro que lo que acabamos de decir sea literalmente observado en los rituales iniciáticos, aunque empero puedan encontrarse algunos ejemplos, esta rareza, por lo demás, puede explicarse, al menos en parte, por ciertas dificultades de orden práctico y también por la necesidad de evitar una confusión que corre riesgo de producirse en tal caso (se puede entrar ni tampoco salir sino por la única abertura, practicada en la sumidad de la bóveda). En efecto, si la caverna no tiene otra salida que la cenital, ésta tendrá que servir tanto de entrada como de salida, lo que no es conforme a su simbolismo; lógicamente, la entrada debería más bien encontrarse en un punto opuesto a aquélla según el eje, es decir en el suelo, en el centro mismo de la caverna, a donde se llegaría por un camino subterráneo. Solo que, por otra parte, tal modo de entrada no convendría para los “grandes misterios”, pues no corresponde propiamente sino al estado inicial, que para entonces ya ha sido franqueado hace mucho; sería necesario más bien, pues, suponer que el recipiendario, entrado por esa vía subterránea para recibir la iniciación en los “pequeños misterios”, permanece luego en la caverna hasta el momento de su “tercer nacimiento”, en que sale definitivamente de ella por la abertura superior; esto es admisible teóricamente, pero de toda evidencia no es posible ponerlo en práctica de modo efectivo. En cierto sentido puede decirse que los “pequeños misterios” corresponden a la tierra (estado humano), y los “grandes misterios” al cielo (estados supraindividuales); de ahí también, en ciertos casos, una correspondencia simbólica establecida con las formas geométricas del cuadrado y del círculo (o derivadas de éstas), que en particular la tradición extremo-oriental refiere, respectivamente, a la tierra y al cielo; esta distinción se encuentra, en Occidente, en la de la Square Masonry y la Arch Masonry, que acabarnos de mencionar.


En los altos grados de la masonería escocesa, así ocurre con el grado 13º, llamado del “Arco [de bóveda] Real”, pero al cual no ha de confundirse, pese a ciertas similitudes parciales, con lo que en la masonería inglesa constituye la Arch Masonry en cuanto diferenciada de la Square Masonry; los orígenes “operativos” de dicho grado escocés son, por lo demás, mucho menos claros; el grado 14º o “Gran Escocés de la Bóveda sagrada”, se confiere igualmente “en un lugar subterráneo y abovedado”. Conviene señalar, a este respecto que hay en todos esos altos grados muchos elementos de procedencia diversa, no siempre conservados integralmente ni sin confusión, de modo que, en su estado actual su naturaleza real es a menuda difícil de determinar exactamente. Esta confusión existe, efectivamente, en los grados escoceses que acabamos de mencionar: como la “bóveda subterránea” es “sin puertas ni ventanas”, no se puede entrar ni tampoco salir sino por la única abertura, practicada en la sumidad de la bóveda.


Existe en realidad otra solución, que implica consideraciones en que el simbolismo solar toma esta vez el lugar preponderante, aunque los vestigios de simbolismo polar permanezcan todavía muy netamente visibles; se trata, en suma, de una especie de combinación y casi de fusión entre ambas modalidades, según lo indicábamos al final del estudio precedente. Lo que importa esencialmente señalar a este respecto es lo que sigue: el eje vertical, en cuanto une ambos polos, es evidentemente un eje norte-sur; en el paso del simbolismo polar al solar, ese eje deberá proyectarse en cierto modo en el plano zodiacal, pero de manera de conservar cierta correspondencia, y hasta podría decirse una equivalencia lo más exacta posible, con el eje polar primitivo. Ahora bien; en el ciclo anual, los solsticios de invierno y verano son los dos puntos que corresponden respectivamente al norte y al sur en el orden espacial, así como los equinoccios de primavera y otoño corresponden a oriente y occidente; el eje que cumpla la condición requerida será, pues, el que une los dos puntos solsticiales; y puede decirse que este eje solsticial desempeñará entonces el papel de un eje relativamente vertical, como en efecto lo es con relación al eje equinoccial. Los solsticios son verdaderamente lo que puede llamarse los polos del año; y estos polos del mundo temporal, si cabe expresarse así, sustituyen entonces, en virtud de una correspondencia real y para nada arbitraria, a los polos del mundo espacial; por lo demás, están naturalmente en relación directa con el curso del sol, del cual los polos, en el sentido propio y ordinario del término, son, al contrario, por completo independientes; y así se encuentran vinculadas del modo más claro posible las dos modalidades simbólicas a que nos hemos referido.


Siendo así, la caverna “cósmica” podrá tener dos puertas “zodiacales”, opuestas según el eje que acabamos de considerar, y por lo tanto correspondientes, respectivamente, a los dos puntos solsticiales, una de las cuales servirá de entrada y la otra de salida; en efecto, la noción de estas dos “puertas solsticiales” se encuentra explícita en la mayoría de las tradiciones, e inclusive se le atribuye por lo general una importancia simbólica considerable. La puerta de entrada se designa a veces como la “puerta de los hombres”, quienes entonces pueden ser iniciados en los “pequeños misterios” como simples profanos, puesto que no han sobrepasado aún el estado humano; y la puerta de salida se designa entonces, por oposición, como la “puerta de los dioses”, es decir, aquella por la cual pasan solamente los seres que tienen acceso a los estados supraindividuales.



Así y suficientemente hemos explicado a la luz de los escritos del Hno. René Guenón numerosos tópicos que tienen relación directa con el tema de la “Caverna” y el significado de los Grados Crípticos.





martes, 14 de junio de 2011

LOS CABALLEROS KADOSH

A .·. U .·. T .·. O.·. S.·. A .·. G.·.

AD UNIVERSIS TERRARUM ORBIS SUMMI ARQUITECTIS GLORIAM



FILOSOFIA Y  DOCTRINA

DE LOS

GRANDES ELEGIDOS CABALLEROS KADOSCH

O DEL AGUILA BLANCA Y NEGRA

GRADO XXX°


(Rito Escocés Antiguo y Aceptado)





Trabajo de investigación elaborado


por el Pod.·. Her.·. XXX°


Dionisio E. Jara R.


Eques Ab Aquila Coronata VII°


S.P. R+C H.R.D.M.-K.W.N.N.G.





         Para la correcta comprensión del grado que nos ocupa en esta oportunidad, es necesario que nos remontemos a los orígenes en los cuales fuimos investidos en tal alta dignidad. Si existe una instrucción tradicional, ella tiene que estar necesariamente alojada en el ritual mismo por el cual fue trasmitida dicha filiación.

Vayamos entonces, tras tan esclarecedor objetivo.

         Aunque existen numerosos rituales y catecismos, que no nos llamen a equivocación, pues el objetivo final de este grado es la transmisión de la “Tradición Templaria”, sin mas ni menos; ellos han sufrido de acuerdo a las épocas y culturas, visiones e ideas particulares, modificaciones que buscan poner en manos de los iniciados, las armas necesarias para la comprensión de tan sublime Orden de Caballería. Otros, han pretendido hacer de este grado un ceremonial raro y distorsionado dedicado a exaltar valores meramente civiles y morales, constituyéndose en solapados aliados de quienes precisamente los Caballeros Kadosch hemos jurado extinguir.

         Para comenzar, debemos en forma obligatoria preguntarnos sobre el significado de los elementos ritualisticos con que nos hemos encontrado en nuestra introducción al grado Kadosch, que son necesarios recordar:


Primero: Como ya es característico en una gran cantidad de grados anteriormente recibidos, nos encontramos en una cámara negra en la cual una lámpara sepulcral cuelga del techo. Vemos en el centro de la cámara un sepulcro; sobre el sepulcro, un ataúd. En el ataúd, un caballero cubierto con un sudario. A sus pies, tres calaveras. La de en medio está coronada de laurel y siemprevivas, figura al Gran Maestro De Molay. Sobre la de la izquierda, la triple tiara de los Soberanos Pontífices romanos: representa la cabeza del papa Clemente V. Sobre la de la derecha, una corona real, adornada con flores de lis y abiertas como las usadas en la Edad Medía, representa a Felipe el Hermoso, rey de Francia. En un costado la leyenda:

“El que venza los terrores de la muerte, ascenderá más allá

de la esfera terrestre y será digno de ser Iniciado en los

Grandes Misterios”.

         Todo este cuadro nos simboliza a las víctimas del despotismo civil y militar y la intolerancia religiosa.


Segundo: Otra cámara decorada de color blanca, estando en un extremo dos altares. En uno, un jarrón con perfumes; en el otro, una urna llena de alcohol; es la única luz que alumbra la cámara. Esta vez, se encuentra suspendida un águila de dos cabezas; la mitad blanca y la otra negra, con sus alas extendidas.

        

Tercero: Estamos en una cámara decorada en color azul claro. El cielo es azul y tachonado de estrellas. La Cámara está dividida en dos partes por una cortina. En el Oriente una plataforma a la cual se asciende por siete escalones. Sobre la plataforma hay siete asientos. Uno en el centro y hacia atrás para el Juez Supremo, y tres a cada lado, dándose frente, para los Jueces Francos. Sobre el del Juez Supremo, un dosel carmesí cuyos cortinajes caen hasta el piso por ambos lados de la plataforma, a manera de tienda de campaña. Sobre el Juez Supremo se encuentra el Pendón de la Orden. En frente del asiento del Juez Supremo, abajo de la Plataforma, hay un Altar y sobre éste una espada, una balanza, el libro de las Constituciones, sobre este último dos dagas de Kadosch. Al Este, Norte y Sur del Altar hay tres candelabros, uno a cada lado, cada uno de ellos con tres brazos. En cada brazo arde una bujía de cera amarilla. Los candelabros llevan lazos de crespón negro.

        

Cuarto: Ahora, una cámara de color rojo, exceptuándose el Oriente que es negro, adornado con columnas blancas. Los cortinajes del Oriente son de terciopelo negro salpicado de cráneos traspasados por dagas, bordados de plata. En el Oriente hay un trono, sobre este un águila doble coronada, con un puñal en las garras. Alrededor de su cuello un cordón negro del que cuelga una triple cruz patriarcal. Sobre su pecho un triángulo equilátero. Un cortinaje de terciopelo negro y blanco salpicado de cruces rojas cae de entre las alas del águila y forma un dosel. Detrás del trono se encuentran los Estandartes negro y blanco con las astas cruzadas. En frente del trono y hacia la derecha, está plantado el Pendón.

         Encontramos un sin número de elementos simbólicos que no enumeraremos a fin de no perdernos en detalles, que de todas maneras es importante analizar, pero que nos pueden perder del sentido de comprensión que ahora necesitamos. Sin embargo no debemos olvidar que nos encontramos con la corona de laurel, la corona real, y una tiara papal. Un cuadro representando a De Molay en la hoguera. Un heraldo de Armas, espada, hacha de combate, casco y visera. Cirios y sus correspondientes oficiales. Todo esto nos habla de que nuestro Gran Maestro mártir descansa en medio de quienes le dieron muerte, esperando la hora de su triunfo, que es el de los Caballeros Kadosch.



         Debemos recordar que, cuando fuimos ordenados caballeros kadosch, nos fue puesta la  Túnica blanca con mangas amplias y largas, llegando hasta las rodillas con los costados parcialmente abiertos, ribeteados de negro, y con franjas de oro, y sobre el pecho hacia el lado izquierdo una cruz latina roja. Del Cinturón negro, símbolo de los elegidos. Del Manto o capa negra, teniendo en el lado izquierdo una cruz latina roja. La respectiva Espada ceñida al cinturón. Los Guantes blancos y la Banda negra.

         Ciertamente que la vestimenta, adornos, insignias y paramentos varían según en Rito masónico que otorgue el grado, y también responderá de alguna manera a las posibilidades económicas de quienes lo otorgan y de quienes los reciban.










Las respuestas a tantas incógnitas las encontramos de inmediato en la apertura del Consejo de los Caballeros Kadosch:

                                        

Pregunta:    ¿Sois Gran Elegido Caballero Kadosch?

Respuesta: Vos lo habéis dicho, Poderosísimo Gran Maestro.



Pregunta:    ¿Cuál es vuestra edad?

Respuesta:  Un siglo o más.



Pregunta:    ¿Qué buscáis?

Respuesta:  La Luz de la Libertad.



Pregunta:    ¿Qué otro objeto perseguís?

Respuesta:  Venganza contra todos los tiranos temporales y espirituales, cuyos representantes son, el rey de Francia, Felipe el Hermoso y el papa Clemente V.



Pregunta:    ¿En dónde os habéis puesto de rodillas y llorado lágrimas amargas?

Respuesta:  Ante la tumba de nuestro Gran Maestro asesinado.



Pregunta:    Qué cosa habéis hollado con tu pié?

Respuesta:  Coronas Reales y Tiaras Pontificias.



Pregunta:    ¿Por qué somos nosotros los Kadosch?

Respuesta:  Porque hemos jurado guerra incesante contra todos los errores y todos los despotismos, ya sea que se ejerza en nombre de Dios, del Rey o del Pueblo; y también porque hemos prometido reconstruir la Casa Santa del Templo del Señor.



Pregunta:    ¿Con ayuda de quién esperarnos llevar a cabo esa reconstrucción?

Respuesta:  Con la ayuda de Dios.



         Sin embargo, ¿como es posible que la persona que se encuentra investida con tan alta dignidad tome la suficiente conciencia de su cometido y su visión de alcanzar la meta secreta de los Caballeros Kadosch?: mediante los respectivos Juramentos de OBEDIENCIA, TEMPLANZA Y FIDELIDAD:



Así pues, recordemos el resumen del PRIMER JURAMENTO,



En presencia del Gran Arquitecto del Universo y de este cráneo coronado de laureles, representación de las nobles víctimas del poder irresponsable… obedecer las constituciones y reglamentos de la Orden… obedecer a las autoridades legitimas de la Orden… subyugar mis pasiones… ser fiel y leal hasta la muerte, a la Orden y a mis hermanos… conservar inviolables los secretos  de los Caballeros  Kadosch… proteger la inocencia, reivindicar los derechos; humillar a los opresores, y castigar los crímenes contra la Humanidad y los derechos del Hombre.

         Allí, ¿qué debemos recordar cuando con el índice señalamos el cráneo y la corona real? El juramento de no someternos jamás por temor o por interés a ningún Gobierno usurpador o que abuse de su poder.

Allí, ¿que significamos cuando señalamos el cráneo con la Tiara? No someternos a ningún despotismo que esclavice la conciencia o pretenda imponer cadenas al pensamiento libre.

         Allí, ¿que significa, Cuando se señala el cráneo con la corona de laurel? Jurar honrar y reverenciar a los mártires de la fe y de la Libertad, y aprender en su ejemplo a morir antes de faltar a nuestros juramentos.



Ahora, recordemos el resumen del SEGUNDO JURAMENTO,



Hemos jurado solemnemente, dedicarnos a los fines de los Grandes Elegidos Caballeros Kadosch, por cualquier medio, según se nos ordene por la autoridad masónica competente. Dedicar a este servicio nuestra fuerza física, nuestra Palabra, nuestras Influencias, nuestra Inteligencia y nuestra vida. Ser sumisos y obedientes a las autoridades legítimas de la Orden. Hemos aceptado el apostolado de la Verdad y de los Derechos del Hombre y cumplir con los deberes como verdadero Kadosch.



Recordemos el sentido del TERCER JURAMENTO,



Hemos prometido solemnemente socorrer al ignorante, al débil y al oprimido, y castigar al opresor, al malévolo y al usurpador. No calumniar a ningún Gran Elegido Caballero Kadosch, ni provocarle o aceptar de él un desafío, ni causarle mal alguno, sino antes bien ayudarle en todas sus necesidades; y si le encontrásemos como enemigo en el campo de batalla, y se diese a conocer por el signo de "socorro", le defenderemos y salvaremos su vida si nos fuese posible. Hemos jurado vindicar el derecho y la Verdad, aún por medio de las armas si así lo ordenasen las autoridades legítimas de la Orden, siempre que al obrar de ese modo no se cometa el delito de traición ni se constituya en enemigo del país en donde cada uno nace. La violación de este Juramento, impondrá justicia ante el Tribunal de la Orden, como Supremo Juez.



Finalmente recordemos el CUARTO JURAMENTO,



Hemos jurado y prometido solemnemente reverenciar la memoria del Ilustre Caballero J. B. De Molay, e imitar su lealtad, si fuésemos víctimas de la Tiranía y de la persecución. Juramos y prometemos luchar para que todos nuestros Hermanos obtengan conforme a sus méritos, la parte que legalmente les corresponde en el Gobierno del pueblo y por el pueblo. Además, hemos prometido y jurado que obraremos siempre en beneficio y para el honor de nuestro país. Ayudar a cualquiera de nuestros Hermanos, aún a riesgo de nuestras vidas, si fuere perseguido por sus creencias religiosas: por su adhesión a la santa causa de la libertad, por sus opiniones políticas o por ser miembro de los Altos Cuerpos Masónicos. Hemos jurado que si faltamos a nuestros Juramentos, la deshonra caerá sobre nuestras cabezas y seremos degradados del rango de Gran Elegido Caballero Kadosch.






         ¿Qué significados podemos extraer de la experiencia de poner nuestra mano sobre el cráneo de un hombre que en vida fue poderoso?

         La reflexión inmediata nos lleva a pensar que aquel fue un hombre que tenia riquezas, poseía terrenos y  mansiones; que había sido dueño de quizás cuantas cosas mas, había acumulado una fortuna solo en oro, fue condecorado y recibió los mayores honores de príncipes y reyes; sin embargo, de que le sirvieron esas medallas y para que sirve el oro que ha acumulado; de que le sirven ahora.

El mensaje es directo: Y tú, ¿que tienes? ¿Quieres más? ¿Quieres tener otra casa? ¿Un coche más grande? ¿Muchas tierras y más oro? Mira bien, esto es lo que te espera, mira bien, esto es tu futuro. ¿Quien eres tú? Que importa si tienes mucho oro o poco oro, mírale, de que le sirve ahora el oro que ha juntado. En su tiempo ha tenido guardaespaldas y ahora ¿quien lo protege? Y tú tienes títulos, crees que eres doctor, profesor o jurisconsulto, mira, tu futuro, tú no eres nadie. Esto es lo que te espera.

Pero si fuera al contrario, pordiosero tiritando bajo sus harapos; no le sonrió la fortuna y quizás, la miseria lo señaló con su mirada; el como tu, ha tenido pasiones, amores, sentimientos; ha llorado, sintió dolor, sintió placer, amó y quizás fue amado, la muerte no tomó en cuenta ni en sus honores ni en sus desgracias.

Por esta razón, los Grandes Elegidos Caballeros Kadosch, beben en la misma copa, la copa de la Igualdad, y mancomunadamente comen el pan de la Fraternidad, tan necesario para la existencia del pobre como para la del rico; para el fuerte como para el débil; para la vida del Tirano como para la de su víctima.







Cuando se nos ha presentado la Corona, ella para el Caballero Kadosch, es la representación de Felipe el Hermoso, el infame rey de Francia; igualmente la de Nerón, y la de Calígula y de todos esos monstruos que llevaron la púrpura Imperial de Roma; de Enrique VIII de Inglaterra, de Felipe II de España; y todos aquellos que como reyes y emperadores usurparon y abusaron de su poder y gobernaron para ellos mismos y no para sus pueblos; que persiguieron y asesinaron a sus súbditos, robaron sus libertades a pueblos libres, y apagaron las hogueras de la Libertad con la sangre de los patriotas. La Corona es reemplazada por la libre Soberanía del pueblo y de su Gobierno Constitucional.



Cuando se nos ha presentado la Tiara, ella representa a Clemente V, el Papa cruel, avaro y cobarde que sacrificó por su ambición la Orden del Templo. No es símbolo de credo o dogma, ni de alguna Iglesia; sino de la ambición y de la impostura, esclavizándoles por el miedo y embruteciéndoles con la superstición, que es patrona de la Ignorancia y aliada del Despotismo. Simboliza a esos sacerdotes que influyeron en los ánimos de Herodes y de Pilatos para que fuera asesinado Jesús de Nazareth; a los Pontífices de la Roma Imperial que obligaron a Emperadores salvajes a entregar las vírgenes cristianas a los leones hambrientos. La Tiara es reemplazada por el signo del Buen Pastor que enseña y persuade.  



         Pues bien, quienes merecen la investidura de Gran Elegido Caballero Kadosch? Quienes han querido luchar contra los enemigos irreconciliables de la Orden. Contra el despotismo de los gobernantes, la opresión de los privilegiados y la tiranía de los eclesiásticos, asesinos infames de la Libertad del hombre, de la libertad de pensamiento y de la libertad de conciencia.

         No es menor el honor de ser recibido en esta Orden, que fue en otro tiempo grande y sublime, cuyos Consejos y Prioratos existieron en todas las naciones Cristianas de Europa; que fue la barricada del Cristianismo contra los ataques de los Infieles, y cuyo pendón ondeó sobre los campos de batalla en Siria y en Palestina. Heredero de nobles mártires que sostuvieron la inocencia de la Orden envueltos en las llamas de la hoguera.

         Hoy, el Caballero Kadosch, armado con la espada en su mano, está pronto a defender la causa de la Humanidad, y no estará cumplido su deber si no lucha a brazo partido por el imperio de la Verdad.



          A la muerte de J. B. Molay, la orden quedó casi desintegrada y desde entonces cada ramificación de la Orden se ha gobernado por si misma. Los Caballeros Kadosch tuvieron su origen en Escocia; se extendieron en Francia y después se fusionaron con los Masones del Rito de Perfección. El Grado llegó así a pertenecer a la escala de dicho Rito, siendo el Gran Maestro de los Kadosch el Comendador del Gran Consistorio de Sublimes Príncipes. Los Comendadores de los Grandes Consistorios fueron los Grandes Priores de la Orden.



Los Templarios, hemos visto en el Tercer Grado de Maestro de Logia, una semejanza muy notable con el fin trágico de la Orden y del Gran Maestro Jacobo de Molay. Repetidas veces se ha dicho que en este personaje deberíamos ver a nuestro Gran Maestro Hiram y en sus tres asesinos, a los tres primeros denunciantes de los templarios; a Esquino de Florian, a Noffodei, y al Prior Montfaucon.

De Molay fue una víctima; pero hubo una víctima más noble que él: la Orden de la cual formaban parte. En la persecución y destrucción de la Orden, por haberse opuesto al Poder Real y a la ambición del Papado, y porque proclamaba el Libre Pensamiento y la Acción Libre, vemos nuevamente, y bajo forma distinta, la lucha entre la Luz y la Oscuridad, los principios del Bien y del Mal.

En los tres asesinos del Hijo de la Viuda, vemos representados a Felipe el Hermoso (el poder real de Francia), a Clemente V (el Poder Papal) a la Orden rapaz de los Caballeros de Rodas o de Malta, que también se llamaron Caballeros de San Juan de Jerusalén representantes de la Casta y del Privilegio.



En la mayor parte de los rituales de este Grado, se encuentra impreso un espíritu de Venganza, sin embargo ello es alegórico. La Venganza por la muerte de J. B. de Molay y el aniquilamiento de la Orden, en estos tiempos ya no son tales, sino que se han transformado a los tiempos actuales a la defensa de los nobles ideales profesados por los Templarios. Sólo tenemos obligación de impedir la repetición de esos hechos y de luchar por medio de la palabra y de la pluma, con nuestras influencias, con nuestro oro, y si es necesario, con nuestra espada, por la causa de la Humanidad. Donde quiera que una Nación luche por su independencia, y el pueblo reclame sus derechos inalienables, allí irán nuestras simpatías más sinceras. En nuestra Patria, jamás debiéramos sometemos a una Tiranía, ni permitir la usurpación; y a la voz de mando de nuestro Gran Maestro, tomaremos las armas diciendo: "Es la voluntad de Dios", prefiriendo la muerte a la deshonra. Esta es la verdadera venganza, representada simbólicamente en los grados de los elegidos; una venganza elevada y noble contra la opresión.

La oposición a la Tiranía Monárquica, dio por resultado el Gobierno Interior de la Masonería. El odio a la intolerancia y a la usurpación sacerdotal fue la causa por la cual las Logias Azules fueron dedicadas a  San Juan, y adoptaron como su héroe a un artífice en metales, el hijo de una pobre viuda, así como los compañeros de éste, que se esforzaron por encontrarlo, fueron igualmente hombres pertenecientes al pueblo trabajador, obreros en las maderas y en las canteras.





Cronología del Templarismo Escocés:

- año 1112: Hughes de Payens, fundador de la Orden del Temple, visita Tierra Santa con una carta de presentación del conde Henri de Champagne para Balduino, el rey de Jerusalem.

- año 1118: Se funda la Orden del Temple para proteger las rutas de peregrinaje a Tierra Santa. El rey Balduino II les otorga terrenos en el sitio donde se encontraba el Templo de Salomón para que establezcan allí sus cuarteles. De este hecho proviene el nombre de Templarios; su señor secular era el conde de Champagne y el maestro espiritual era San Bernardo quien fundó 350 conventos. 

- año 1128: Hughes de Payens visita Escocia. El cuartel general de los Templarios escoceses se establece en Balantrodoch, en tierras de los Saint-Clair (Sinclair), por un legado del rey David I que fue confirmado reiteradamente por sucesivos reyes de Escocia.

- año 1137: Fundación de una Logia de Masones Operativos para trabajar en la abadía de Melrose, con asiento en St.John Lane (Newstead).

- año 1147: El papa Eugenio III autoriza el uso de la cruz de gules sobre las capas blancas de los Templarios.

- año 1154: La autoridad soberana del Gran Maestro de los Templarios es reconocida por Luis VII de Francia.

- año 1187: Cae Jerusalem y se pierde para los cristianos.

- año 1203, 6 de Abril: Saqueo de Constantinopla. Importantes reliquias caen en manos de los Templarios incluyendo el Mandylion (Santo Sudario). Los nobles de las islas Orkney (Orcadas) y las familias templarias de Escocia, incluyendo los Sinclair, se unen a las Cruzadas.

- año 1265: Los Templarios establecen la ley del oro y la plata para el peso de las monedas a través de toda Europa. Aún hoy la cruz templaria puede verse en la acuñación británica utilizada como prueba de marca.

- año 1274: Nace Robert the Bruce, futuro rey y libertador de Escocia. Fundador de las Ordenes de San Andrés del Cardo y de Heredom de Kilwinning.

- año 1297: Batalla del puente de Stirling. Las milicias escocesas al mando de William Wallace derrota a las fuerzas inglesas muy superiores. Declina la Casa de Champagne.

- año 1306, 27 de Marzo: Robert the Bruce es coronado rey de Escocia en Scone. Sobre la auténtica Piedra del Destino la cual fue llevada por el abad de Scone, tradicional custodio de la misma.

- año 1307, 13 de Octubre: Durante la madrugada del llamado "Viernes Negro" se produce el sorpresivo arresto del Gran Maestro Jacques de Molay y de los caballeros franceses a manos de Felipe el Hermoso.

- año 1310, 12 de Mayo: 54 Templarios son ejecutados en la hoguera. En total 115 Caballeros del Templo son ejecutados en Francia de este modo sin real evidencia de culpabilidad.

- año 1311: Adam of Middleton, Preceptor templario de Escocia, es recibido por el obispo Lamberton de St. Andrews quien le otorga protección para la Orden.

- año 1312, 3 de Abril: En base a cargos no comprobados la Orden del Templo es disuelta por decreto papal en Vienne, cerca de Lyon, por Clemente V bajo presión de Felipe el Hermoso. Los Templarios sufren una cruel persecución en Europa continental pero no en Escocia donde los Caballeros que huían de Francia encontraban refugio bajo el rey Robert the Bruce, por entonces excomulgado, quien les daba la bienvenida a un país dividido y bajo entredicho.

- año 1314, 18 de Marzo: El Gran Maestre Jacques de Molay y el Preceptor de Normandía Godofredo de Charnay son ejecutados en la hoguera, en un islote del río Sena.

- año 1314, 24 de Junio: Los Caballeros Templarios luchan junto a Robert the Bruce en la batalla de Bannock-Burn, solsticio de verano en el Hemisferio Norte y festividad de San Juan. Para recompensarlos, el rey Robert the Bruce funda las Ordenes de San Andrés del Cardo y de Heredom (posteriormente llamada "de Kilwinning") y les otorga tierras en Argylshire, cerca de la abadía de Sadell. Parte de la flota templaria se unió a la flota de los Señores de las Islas y la otra parte se integró a la flota del norte perteneciente al clan Sinclair. Balantrodoch, cuartel general de los Templarios escoceses, pasa nuevamente bajo la protección del clan Sinclair de Rosslyn.

- año 1320: Firma de la Declaración de Arbroath, fuertemente influenciada por el Templarismo, por medio de la cual Escocia corta con la servidumbre a Inglaterra. El clan Sinclair es signatario de dicha Declaración de Independencia.

- año 1329: Muere Robert the Bruce y es enterrado en la abadía de Dunferline utilizando un Ritual templario.

- año 1329: Un grupo de caballeros escoceses y algunos Templarios, al comando de sir James Douglas, toma el corazón de Bruce para llevarlo a Tierra Santa. Previamente, hacen un peregrinaje a Santiago de Compostela y toman parte en la primera gran batalla exitosa contra los moros en Teba (Calatrava). De este hecho surge el nombre de "Brave Heart" (Corazón Valiente) cuando sir Douglas lanza la cajita de plata, en la cual se encontraba el corazón de Bruce, contra las líneas moras y exclama: "Vé, Corazón Valiente, que nosotros te seguiremos!" De veintidós caballeros que combatieron, solo sobrevivieron cuatro. Dos Sinclairs de Rosslyn murieron junto con los Douglas. Sir Hay regresó a Escocia con el corazón de Bruce acompañado por un Douglas sobreviviente; luego, el apellido fue convertido en Lockhart. 

- año 1331: Henry de Saint-Clair, quien luchara en la batalla de Bannock-Burn, es enterrado en Rosslyn como Gran Maestro Templario.

- año 1333, 26 de Julio: Un grupo de Templarios franceses, exiliados en Escocia, retorna en secreto a Francia. Se reúnen en la Sala de Honor de la Comandancia Templaria de Montfort-sur-Argens y reorganizan el Supremo Consejo de los Hermanos Mayores de la Rosa+Cruz (Freres Ainés de la Rose+Croix).

- año 1334: David II, rey de Escocia exiliado en la corte francesa, crea la "Guarde d'Ecosse" (Scots Guard) como guardia personal de los reyes de Francia, en virtud de la fidelidad escocesa. Eran los tiempos en que había dos reyes de Escocia: David, el segundo de los hijos de Bruce y Alexander Comyn quien había jurado lealtad al rey inglés Eduardo III. Se instituye la alianza (Auld Alliance) entre Francia y Escocia. El Templarismo se mantiene en secreto en las principales casas de la nobleza escocesa: el linaje de los Bruce se convierte en heredero de la Orden del Templo y sus tradiciones.

- año 1398: El conde Henry Sinclair viaja desde las islas Orkney (Orcadas) a Nova Scotia utilizando cartas marinas y naves que pertenecieron a la flota templaria. A su muerte es enterrado como Gran Maestre del Temple.

- año 1431: El conde William Sinclair es iniciado como Caballero en las Ordenes del Vellocino de Oro y de Santiago de la Espada (Compostela), donde dos de sus tíos-abuelos habían viajado con el corazón del rey Robert the Bruce.

- año 1445: El conde William Sinclair comienza a construir la Capilla de Rosslyn para perpetuar allí ciertas tradiciones secretas pertenecientes al Templarismo masónico escocés. La Capilla fue construida según el Canon Áureo y constituye un verdadero Libro de Piedra que contiene la memoria de la Herencia (Heredom=Heirdom) Templaria escocesa. La Orden del Temple nunca fue proscripta en Escocia: sus tierras fueron administradas por los Hospitalarios de San Juan de Jerusalem pero nunca pasó a ellos la propiedad de las mismas.

- año 1688: Establecimiento de la primera Logia de la Masonería Jacobita en Francia, durante el reinado de Carlos II.

- año 1689, 27 de Julio: James Grahame of Claverhouse, vizconde de Dundee, muere en la batalla de Killiecrankie portando la Gran Cruz de la Orden del Temple escocesa.

- año 1705: Se redactan nuevos Estatutos Generales y Carta de Elección de la Orden en el Convento General realizado en Versailles, con protección de la corona francesa.

- año 1738: El Discurso del caballero-masón escocés Andrew Ramsay es leído en las Logias francesas donde aparece la célebre frase: "Nuestros ancestros, los Cruzados..."

- año 1742: Lord Kilmarnock, el Caballero de la Pluma Roja (Eques a Penna Rubra) y otros exiliados Jacobitas y templarios inician al barón Karl von Hund en los ritos del Templarismo masónico de la Herencia (Heredom) Escocesa. Los Superiores Incógnitos son mencionados como los Maestros Secretos de los Jacobitas y protectores de la Herencia Templaria escocesa. El clan Sinclair juega un rol predominante en la custodia de la tradición del Templarismo Masónico escocés.

- año 1745, 24 de Septiembre: El príncipe Charles-Edward (Stuart), Señor del Temple, ofrece una velada para la Caballería escocesa de la Herencia Templaria en el palacio real de Holy Rood (Santa Cruz), hecho registrado en una carta del duque de Perth a lord Ogilvie.

- año 1746, 16 de Abril: Los ejércitos de la Escocia Jacobita son derrotados en terrible batalla de Culloden-Moor. Se produce una sangrienta masacre y persecución que no perdona a niños, ancianos ni mujeres de las aldeas vecinas. La Masonería Templaria Escocesa de Heredom es diezmada y sus Grandes Maestros son ejecutados.

- año 1746, 8 de Diciembre: Sir Charles Radclyffe, lord de Derwent–Water, y Gran Maestro de la Masonería Jacobita de la Herencia Templaria, es decapitado en la Torre de Londres luego de ser tomado prisionero en la batalla de Culloden.

- año 1747, 15 de Abril: Charles-Edward Stuart, el Joven Pretendiente al trono, funda en la ciudad francesa de Arras el llamado Capítulo Primordial de la Rosa+Cruz de Heredom bajo el título de "Ecosse Jacobite". De este modo, la Masonería Templaria de Heredom ya no es exclusivamente escocesa de sangre y se extiende por toda Francia y desde allí al resto del mundo.

- año 1754: Cónclave en el Colegio de los Jesuitas de Clermont (Francia) donde se reúnen tanto padres de la Compañía como los sobrevivientes del Templarismo Escocés y de la Masonería de Heredom. De allí surge el efímero Rito Masónico de Clermont que posteriormente dará origen a diversas Obediencias Masónicas también desaparecidas.

- año 1760: Reorganización secreta de la Masonería Templaria de Heredom, en Edimburgo.

- año 1796: En Escocia, Alexander Deuchar se convierte en heredero de una línea del legado templario-jacobita.

- año 1807, Enero: Alexander Deuchar reúne un cónclave templario en Edimburgo.

- año 1808, 28 de Marzo: El abad Clovet pronuncia una oración fúnebre para los mártires de la Orden del Temple en la iglesia de Saint-Paul, en París.

- año 1810: Alexander Deuchar se convierte en Gran Maestre de la Militia Templi Scotia y heredero del linaje estuardista del Templarismo. Conservó este cargo hasta 1835.

- Durante los siglos XIX y XX el Templarismo Masónico escocés se expandió por todo el mundo con distinta suerte, alojándose al interior de diversas órdenes y tomando también diversas posiciones en las nomenclaturas de grados de las órdenes que les recibieron.

Así, encontramos al sistema templario y en particular al Caballero Kadosch, en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en el antiguo Rito de Heredom o de Perfección, en el Rito de Swedenborg, en el Rito de Misraim, en el Rito Americano, en el Rito de Kilwinning, en el Rito de Memphis, en el Rito de Ramsay, en el Rito del Capitulo de Clermont, en el Rito del Capitulo Metropolitano de Francia, en el Rito del Capitulo Primordial de Rosa Cruz Jacobita de Arrás, en el Rito del Escocismo Reformado de Tschoudy, en el Rito de la Orden de Cristo, en el Rito de la Orden de la Estrella Flamígera, en el Rito de la Orden de la Estricta Observancia Templaria,  en el Rito de la Orden del Temple, en el Rito de la Orden de los Caballeros Humanitarios de la Ciudad Santa de Jerusalén en Palestina,  en el Rito de la Orden de los Hermanos Negros, en el Rito de los Caballeros de la Orden, en el Rito de los Escoceses Fieles, en el Rito de los Filaletes,  en el Rito Antiguo y Aceptado, en el Rito Irlandés, etc., etc., etc., y en muchas ordenes masónicas y ordenes de caballería esparcidas por el mundo.



Ahora bien y resumiendo nuestro trabajo, debemos preguntarnos sobre lo que se espera del trabajo de los Caballeros Kadosch.



Veamos:



Pregunta:    ¿Qué noticias tenemos de nuestros hermanos del Oeste?

Respuesta:  Hemos recibido un mensaje alentador, porque las Águilas se han reunido y se acerca el fin de la Tiranía.



Pregunta:    ¿Tenemos noticias del Sur?

Respuesta:  La verdad lucha allí bravamente contra el error, el Océano eléctrico del Pensamiento se agita hasta en sus más remotas profundidades. La tempestad se cierne en el horizonte y el rayo está pronto a caer sobre los agentes de la opresión.



Pregunta:    ¿Y en el Norte?

Respuesta:  La noche está próxima a concluir. El Fanatismo padece de terror y la Intolerancia ve desaparecer para siempre su reinado de crímenes y persecuciones.




         Por ultimo, ¿cuales son las acciones que ejecutan los Caballeros Kadosch para cumplir su misión?: Respondemos…



Pregunta:    ¿Cuáles son los propósitos de los Caballeros Kadosch?

Respuesta:  Castigar el crimen y proteger la inocencia.



Pregunta:    ¿Cómo castigaremos el crimen?

Respuesta:  Resistiendo a la opresión y a la impostura y aplicando a los culpables una pena ejemplar que impida la ejecución de otros delitos semejantes.



Pregunta:    ¿Cómo protegeremos la inocencia?

Respuesta:  Trabajando por la elevación de la humanidad, por la difusión del conocimiento, e interponiéndonos entre el opresor y su víctima.



Pregunta:    ¿Qué debemos hacer para llevar a cabo nuestros grandes fines?

Respuesta:  Sembrar la buena semilla; trabajar, ser pacientes y esperar.



         Así, y buscando (como lo hemos dicho en el comienzo de este trabajo), entre los rituales y catecismos por los cuales obtuvimos nuestra filiación al antiguo templarismo, hoy como Caballeros Kadosch juramentados, hemos transitado por la filosofía y doctrina de la cual jamás debemos separarnos.














Bibliografía:
Orden Real de Heredom de Kilwinning       Vetera Instituta et Ordinis
Varios Rituales del grado XXX                    Rito Escocés Antiguo y Aceptado
                                                                       Rito de Memphis-Misraim
                                                                       Rito de Memphis