domingo, 29 de septiembre de 2013

NOTICIAS SOBRE HEREDOM




NOTICIAS SOBRE LA
ORDEN REAL DE HEREDOM DE KILWINNING

(parte primera)

Sacado de “Historia Pintoresca de la Franc-Masonería
y de las Sociedades Secretas antiguas y modernas”
F. J. B. Clavel - 1860


La Orden Real de Heredom de Kilwining es un grado Rosa+Cruz, cuya iniciación se divide en dos puntos diferentes, y se realiza en una torre ficticia, circunstancia que les ha dado el nombre de Rosa+Cruces de la torre. Los miembros de este orden, de la cual son maestros los reyes de Inglaterra, sino de derecho al menos de hecho, adoptan en su recepción un nombre característico tal como “valor”, “prudencia”, “candor”, u otro análogo, con lo cual son en adelante exclusivamente designados, y el mismo que usan siempre al poner su signo en cualquier acto masónico, en cuyo caso, no se escribe entero, sino la primera y última letras y consonantes intermedias, en esta forma: “v-l-r-“, valor; “p-r-d-n-c-a”, prudencia; “c-n-d-r-“, candor. Sin embargo hay cuatro funcionarios, que, además del nombre convenido, tienen otro afecto especialmente a sus funciones; y es así que el presidente se llama “sabiduría”; el primer inspector “fuerza”; el segundo, “belleza”, y el hermano terrible, “alarma”. EL presidente recibe además el título de Athersatha (es decir: el que contempla los años o el tiempo) y los Inspectores el de “Guardianes de la Torre”.

         En la recepción se recuerda “el sacrificio del Mesías que derramó su sangre para la redención del género humano”, y el neófito figuradamente es enviado en busca de “la palabra perdida”. Aunque en cuanto a su ceremonial,  le diferencia esencialmente este  orden del Rosa+Cruz ordinario, en lo demás se acerca a él como ha podido notarse.

         Según el ritual “la Orden Real se estableció en un principio en Incomkil, después en Kilwining, donde el rey de Escocia, Roberto Bruce, presidiendo en persona como Gran-Maestre,” y la tradición oral añade que este monarca restauró el orden en 1314, haciendo entrar en ella los restos de los templarios de Escocia. Sin embargo, en apoyo de asertos de semejante importancia, los caballeros de Heredom de Kilwining, no presentan más que un pasaje, por cierto bien poco concluyente del sistema heráldico de Nisbeth. Con efecto allí se dice, que Roberto Bruce restableció el orden real, pero el autor aplica formalmente este epíteto a la Orden del “Cardo” completamente distinta de la de Heredom de Kilwining, cuyo nombre por otra parte, ni aun una sola vez se encuentra citado. Para salvar esta dificultad, se quiere probar que antiguamente las dos Ordenes no formaban más que una sola; pero con dos denominaciones, o sea, considerada bajo dos aspectos, el uno “exotérico” y liberal, bajo el título primitivo de “chardom” o (cardo), el otro “esotérico” y misterioso, con el de Heredom, y que, con el transcurso de los tiempos, la parte secreta quedó patrimonio exclusivo de los masones; mientras que la pública se conserva por la corona. Aunque se admita esta distinción, que sea dicho de paso, es bastante sutil, siempre nos faltará saber su verdadera aplicación, o si existió o no en la orden dos categorías de miembros, eran admitidos a la participación de esas dos naturalezas de la misma orden, lo que haría inexplicable su separación, puesto que es un absurdo querer hacer dos de un solo individuo. Pero si todo ha pasado como quieren decir, para creerlo, faltan aun las pruebas, y estas son las que no se han presentado.

         Si juzgamos por el ritual que en parte se halla escrito en versos anglosajones, la Orden Real de Heredom de Kilwinning, se remonta a una época muy antigua. No obstante, no debemos dar gran importancia a esta particularidad, pues nadie ignora que los ingleses, así como nosotros, han cometido sus fraudes masónicos, testigo el famoso interrogatorio de Enrique VI, redactado igualmente en lenguaje antiguo, y cuya falsedad se encuentra hoy día demostrada.

         Dejando a un lado todo esto, únicamente nos ocuparemos de aquellos hechos sobre cuya autenticidad nadie puede poner en duda por apoyarse en documentos incontestablemente originales.

         Las únicas piezas relativas a los primeros tiempos del Orden, que al presente se conservan, consisten en cuatro registros en folio donde están las Actas de las Sesiones, y la más antigua de estas data del año 1750. En esta época existían en Londres una “Gran Logia Provincial”, que celebraba sus asambleas en la taberna del “Cardo y la corona”, en Chandois-street, de la cual emanaron tres Capítulos establecidos en la misma ciudad, y que se reunían, el primero en la en la taberna indicada, el segundo en la taberna del “Carruaje y caballos” en Welbeck-street, y el tercero en la taberna de la “Gran cabeza azul”, en Exeter-street. Además de estos diferentes cuerpos presentados como funcionando desde tiempo inmemorial la misma autoridad instituyo en Londres en 11 de diciembre de 1743 otro Capítulo que se reunían en la taberna de la “Herradura de Oro” en Connan-street, Southwark;  y el 20 de diciembre de 1744 en Deptfort, condado de Kent, ya vemos otro taller que tenía sus trabajos en la taberna del “Grifo”. Esta estadística figura al frente del primero de los cuatro registros que acabamos de mencionar. Sigue inmediatamente un acta del 10 de julio de 1730, en la cual la Gran-Logia Provincial concedió constituciones a un capitulo del Haya que tenia por presidente al hermano William Mitchell, “fidelidad”.  La instalación de este Capitulo tuvo lugar en Londres el 22 del mismo mes en la persona del Atersatha. Sin embargo, el William Mitchell no dejó la Inglaterra, y la patente de constitución no llegó a la Haya, pues el original existe aun en los archivos de la orden. Las operaciones relativas a la erección de este Capítulo de la Haya son las únicas que la Gran-Logia provincial de Londres ha consignado en este Libro de Actas. Debemos por lo tanto creer que no tardó en suspender sus trabajos, puesto que hacia esta época entró en posesión de sus archivos la Gran-Logia Madre de la Orden Real en Edimburgo, la cual así mismo estaba inactiva desde mucho tiempo antes. En 1763 se decidió a comenzar de nuevo sus trabajos. El hermano William Mitchell no fue el que tuvo menos parte en esta resolución, pues su nombre figura con efecto en el cuadro que entonces se hizo de la Gran Logia madre. Es digno de notarse que la Gran Logia de la Orden Real de Edimburgo  no había conservado nota de sus operaciones anteriores, habiendo perdido los libros donde estaban consignadas; pues a contar del año 1763, fecha de su instalación, hizo inscribir sus actas, en el mismo registro, y a continuación de las de la Gran Logia Provincial de Londres. Esta circunstancia nos induce a creer que la Orden Real, no se remonta mas allá del 1763, y que los hechos anteriores, se supondrían como ciertos aunque no fuesen, para dar a esta Orden la sanción de la antigüedad.

         Ya desde este momento desaparecen todas las dudas, y ya vemos a la Gran Logia Real de Edimburgo reunirse en épocas regulares. En 5 de enero de 1767, sometió sus estatutos a una revisión. El 3 de abril siguiente votó una suma de 9 libras esterlinas como pago del alquiler de una sala que desde muchos años antes, la logia de S. David de Edimburgo, había puesto a su disposición para la celebración de sus asambleas. El 4 de julio procedió a la elección de Sir James Kew “secreto”, en calidad de gobernador o Diputado Gran Maestre, que dando reservada la dignidad de Gran Maestre efectivo al rey de Inglaterra. El 5 de octubre tomó en consideración una propuesta que tendía a aumentar indefinidamente el número de los Caballeros limitado hasta entonces hasta el de ciento doce, según la letra de los estatutos. En 1769 dejó el local de S. David, por una sala, cuyo uso ya habían cedido anteriormente, y sin interés alguno, los magistrados de Edimburgo a la Logia “San Gil”. Tenemos a la vista el texto de la petición que la Gran Logia del Orden Real dirigió el 26 de julio para conseguir esta gracia, “al Lord  preboste, a los magistrados y al consejo reunido con los diáconos de los gremios ordinarios y extraordinarios de los oficios de la ciudad de Edimburgo”. Esta petición está motivada en el gran trabajo que se había tomado, y considerables gastos que había hecho la Gran Logia para el restablecimiento del antiguo Orden de la Masonería Escocesa, en la metrópolis de su país natal, lo cual podrían atestiguar muchos miembros del honorable consejo, que lo eran también de la dicha Orden.

         Un hermano, Marcial Buequillos, que vivía en el delfinado, el 4 de julio de 1776, hizo llegar a manos de la Gran Logia de la Orden Real una demanda con objeto de obtener “la autorización para iniciar a dos o tres Caballeros, a fin de formar un capitulo regular”. El 31 de enero del año siguiente, aprobó un proyecto de patente de constitución redactado en lengua latina, ordenando “que esta carta se escribiese claramente en vitela, y fuese firmada por los funcionarios, que se le pusiese el sello de la orden, y enseguida se transmitiese al impetrante”. Esta es la primera Carta Constitutiva, de que hacen mención los registros existentes, como expedida a masones de Francia o de cualquier otro país extranjero. Hasta el 26 de febrero de 1779 no se expidió al fin la patente al hermano Boequillon, por la vía de Holanda, donde se cree que existían uno o muchos Capítulos de la Orden Real. Nada sin embargo demuestra que este título llegase a manos o que diera origen su proyecto de establecimiento masónico. El 21 de mayo de 1785,  la Gran Logia, a petición del hermano Mateo, negociante, constituyó en Rouen una Gran Logia y un Gran Capitulo provincial para la Francia. Estos dos talleres se instalaron el 27 de agosto de 1786 en el local de la Logia la “Ardiente Amistad”. La Gran Logia Provincial, notificó su institución al Gran Oriente de Francia, que negó su legitimidad, fulminó censuras contra el nuevo cuerpo, borró del cuadro de las Logias regulares a la de la “Ardiente Amistad”. El vigor desplegado en esta ocasión por el Gran Oriente, tuvo su razón probablemente, en la resistencia que había opuesto la Logia a la reunión del Gran Capitulo General al Gran Oriente, y la victoriosa critica que había hecho del título, que se suponía emanado de Edimburgo en 1721 del Capítulo de Rosa+Cruz del doctor Gerbier, ya fundido en el Gran Capitulo General de Francia. A pesar de los obstáculos que suscitó el Gran Oriente a los progresos del nuevo establecimiento, no por eso dejó este de constituir, en Francia y en el extranjero, bajo la sanción de la Gran-Logia de la Orden Real de Edimburgo, gran número de Capítulos. En 1815, ya ascendían a 23 talleres de su jurisdicción. En diferentes épocas, y particularmente en 1788 y en 1805 se renovaron las tentativas para un acomodamiento entre la Gran Logia Provincial de Rouen y el Gran Oriente de Francia; pero las negociaciones no dieron resultado alguno, habiéndose negado siempre la Gran-Logia Real de Edimburgo, a todo convenio que en lo mas mínimo perjudicase a su supremacía. La única concesión que pudo y quiso hacer la Gran-Logia Provincial de Rouen, fue la de votar en 1806 los honores del Gran Maestrazgo en Francia, de la Orden Real al príncipe Cambaceres, Gran Maestre, al propio tiempo del Gran Oriente, y someter los rituales a su aprobación. El decreto por el cual declaró al Gran Oriente, en 1815, que centralizaba en su seno la administración de todos los ritos masónicos, la dispersión de los miembros de la Orden Real, y la muerte del hermano Mateo, su jefe, contribuyeron sucesivamente ya hace algunos años, al término de la existencia de la Gran-Logia Provincial de Rouen.

         Desde el 1794 existen grandes vacios en la actas de la Gran Logia de la Orden Real de Edimburgo, especialmente desde el 15 de febrero de 1805 al 27 de junio de 1823. Sin embargo está demostrado que en ese intervalo no descuidó completamente sus trabajos, pues vemos en efecto, que en el año 1806, instituyó una Gran Logia y un Gran Capitulo para todas las Españas, residente en Jerez de la Frontera, en Andalucía, de las cuales nombró por el Gran Maestre al hermano James Gordon, Caballero de la Ordenes de España. La Gran-Logia de la orden Real de Edimburgo quedó aletargada desde el 6 de noviembre de 1813, hasta principios de 1839 a causa del cambio de residencia de su gobernador H. R. Brown que pasó a establecerse a Londres, llevándose consigo el material y los archivos de la Orden. De vuelta a Edimburgo, reunió este hermano a los caballeros de los que ya no existían más  que cuatro, y reconstituyó la Gran Logia; pero no fue sino pasado algún tiempo, cuando este cuerpo, lánguido en su principio, ha recobrado su antigua actividad y una marcha regular. A pesar de todo, su personal jamás ha pasado de veinte miembros, tal es el cuidado que pone en su elección. No sabemos que haya en Escocia otro establecimiento de la Orden Real, que la Gran-Logia. Todos los capítulos de este Rito que en otro tiempo existieron sobre el continente ya están enteramente disueltos y apenas se podrán hallar, ni aún en Paris mismo, tres miembros que hayan pertenecido a los mismos.


Augusta y Respetable Logia-Madre Metropolitana "San Andres de Escocia N° 1" 

jueves, 18 de abril de 2013

CORRESPONDENCIA INEDITA - CARTA 2 DE 50


(Jean Baptiste Willermoz)


CORRESPONDENCIA INEDITA ENTRE
LOUIS CLAUDE DE SAINT-MARTIN Y JEAN BAPTISTE WILLERMOZ


CARTA 2 DE 50


Comr Or
Calle Santa Cruz, cerca de Monnroie.

Aunque yo no sea conocido de usted, a menudo he recibido señas de su amistad por el hermano de Grainville mi antiguo camarada, a los que he sido muy sensible, digo mi antiguo camarada pues acabo, desde hace poco, abandonar el servicio a fin de poder seguir mejor la carrera que usted corre.

En N. D. G. A. D. L. Amén
Alegría, paz, salud y bendición a aquél que me escucha. Amén.
Del Oriente de Bordeaux el año M. 3.3.3. del mundo 45, del renacimiento de las virtudes 2448, de la era hebraica 5731, del cap. 5. Vulg. 1771. 25 de marzo del citado año.

M. P. Mtro.
(Muy Poderoso Maestro)

Yo no puedo ni condenar ni remediar las quejas repandidas en su carta del 15 de marzo sobre los decaimientos que debe experimentar su Oriente. Yo me pongo en el lugar de todos los hermanos que lo componen y su situación me parece tanto menos extranjera que estando en la fuente de la luz resiento algunas veces más rigurosas. Yo le exhorto y a usted también Muy Querido Hermano a no mirar ese tiempo como perdido completamente. Es mucho mejor avanzar que sufrir; no hay tribulaciones cuya justicia no nos toma en cuenta si somos bastante firmes para penetrar hasta este germen de bien que todas ellas envuelven.

Sin embargo, como yo quisiera que fuera en mí poder endulzar su tarea, yo le envío la dirección del Maestro en Paris. El se hospeda en los Grandes Agustinos. Puerta del Valle o en un hotel vecino cuyo nombre ignoro porque nosotros le dirigimos todas nuestras cartas al Padre Fournié Agustín quién se las hace llegar. Yo deseo de todo mi corazón que usted logre de él aclaraciones satisfactorias sobre todo lo que usted pide tanto para vuestra instrucción particular como para el avance de vuestros hijos y yo creo que, en efecto, una conversación con él le será más ventajosa que lo que yo podría ser una larga correspondencia. Si usted pudiera partir para Paris antes del 15 usted estaría más seguro de encontrar allí al Maestro pues los asuntos que allí lo retienen toman un vuelco favorable y quizás lo volvamos a ver más pronto de lo que hayamos pensado; por otra parte será darle a usted mismo más tiempo para avanzar vuestros asuntos a un lado. Creo muy inútil que usted le escriba antes de su partida.

En cuanto a la confianza que usted digna testimoniarse sin escrúpulos nuestro pensamiento sobre nuestras ceremonias, no me correspondería visto vuestra dignidad de hacer a ello ninguna observación y ante mi juicio yo debería más bien escuchar y callarme. Sin embargo, las disposiciones puras que usted parece aportar a la sabiduría me hacen presumir que usted me perdonará por adelantado si yo oso unir algunas ideas a las vuestras. Yo no trato como usted más que aclararme, me gusta como a usted hacer conocer a aquellos que creo susceptibles de mi confianza lo que ocurre en mí, yo le pregunto, como se lo pregunto a usted mismo, de corregirme si me desoriento, es con la sinceridad de las circunstancias que me tomo la libertad de extenderme sobre el punto en cuestión. Usted tiene razón de creer que  nuestra suerte depende de nuestras disposiciones naturales, tiene razón aún en creer que el grado de R. + da al iniciado un carácter y nada es más cierto que el perfecto acuerdo de estas dos cosas no deben tener un efecto real, que se aumenta, sin dudas, con el tiempo por las instrucciones y por los cuidados que cada uno puede aportar a ello.  Lo que le atormenta y le inquieta es que este efecto no hay aún sido sensible para usted, lo que hace que vuestra persuasión no se sostiene aún sino por la esperanza, sin que la convicción otorgue algún apoyo. ¿Cómo tranquilizarse sin convencerle? ¿Cómo calmarle sin golpear vuestros ojos? Le confieso que la empresa me parece lamentable. No encontraré fuerzas sino en mi propia convicción. Creo M. P. M. que aún cuando creamos en las mejores disposiciones que cuando todas las ceremonias son empleadas con más regularidad, la cosa puede aún guardar su velo para nosotros tanto como le agrada, ella se encuentra tampoco a la disposición del Or. que no puede nunca a pesar de todos sus esfuerzos estar seguro de obtenerlo. El debe siempre esperar, siempre rogar, he aquí nuestra condición. El espíritu sopla donde él quiere, cuando quiere, sin que sepamos de donde viene ni adónde va. Usted habría entonces tomado una idea contraria si usted hubiese pensado que las ordenaciones y las ceremonias tuviesen un efecto tan infalible y tan rápido que como aquél de las leyes de la naturaleza corporal; en este todo es pasivo en el otro todo es libre ya que todo depende de los favores del espíritu. Sin embargo la convicción que ha bien querido hacer con el Or., como lo he dicho, un poder que no se puede negar cuando incluso no se lo sentiría.

Si este poder no se manifiesta en con tiempo, es en otro; y además si él no opera visiblemente por la visión, él opera obstante, infaliblemente como preservativo y prepara la forma de aquel que se mantiene pero en recibir impresiones salutarias, cuando el espíritu lo juzga a propósito. No atribuya entonces, se lo ruego, la escases en que usted se encuentra ni a la falta de disposición de su parte, ni a la invalidez de las ceremonias hasta que usted sepa perfectamente que el hombre no puede nada, absolutamente nada. Cumpla siempre todos nuestros esfuerzos en perseverar en la confianza, usted tiene más mérito que todo otro ya que usted cree a ciegas, pero estará más que recompensado. Si no fuera vuestro hermano, mi testimonio podría hacerlo sospechar, pero creo debe exponerme incluso a vuestras sospechas para afirmar aún nuestra fe y para probarle que el espíritu es absolutamente el Maestro. He sido persuadido de la cosa antes de haber tenido los más poderosos de nuestras ordenaciones y yo advierto que estas convicciones se perpetúan y se aumentan en proporción de mi celo y de mi entereza, sin que tenga aún la felicidad de ser vestido del carácter sagrado que usted lleva.

He aquí muchas palabras, Muy Querido Maestro, que no le dará mi duda toda la tranquilidad que yo desearía. Si yo no lo quisiera tanto fe y coraje, reiteraría mis exhortaciones de mantenerle en el amor de la sabiduría y de la verdad; usted sabe que encontrará allí al menos una paz interior que debe seguramente al final hacerle obtener grandes felicidades. Puedo por otra parte comprometerle en observar muy exactamente todo lo que le rodea y lo que golpea vuestros sentidos de la vista y del oído, con la atención usted no se encontraría quizás tan abandonado. No somos a menudo sordos y ciegos tanto como para creernos serlo.

Lo saludo M. P. M., por todos los nombres que le son conocidos y ruego al Eterno que le cuide continuamente.

De Saint Martin


NOTAS:

1.- En esta segunda carta, Saint-Martin reconoce que aún no conoce en forma personal  a Willermoz; pero claro, solo han pasado 21 días desde el intercambio de correspondencias anterior, o sea, desde la carta N° 1.

2.- Saint-Martin reconoce que ha dejado el Regimiento de Foix hace poco tiempo (hace unos 10 o 15 días calculamos) para dedicarse por completo a la obra de ser el secretario de Pasqually. No es difícil imaginar su decisión, ya que en ese tiempo, cualquier actividad de secretario y copista de rituales, catecismos e instrucciones, sumado a la obra de Pasqually, requiere de mucho tiempo y dedicación exclusiva. Esto requiere de un sueldo, el que se reconoce en la carta N° 1.

3.- Willermoz reconoce que en su oriente las cosas no andan del todo bien al interior del Templo cohen en el que participa. Saint-Martin anima a Willermoz señalándole que no se desanime, pues el tiempo transcurrido en su esfuerzo, en justicia no se pierde.

4.- La mejor recomendación para Willermoz, es que se comunique directamente con el Maestro, para lo cual le consigna la dirección en la cual está hospedado Pasqually. Saint-Martin desea e insta que tenga un encuentro personal con el Maestro y se le den las aclaraciones sobre las dudas en cuanto al manejo de la instrucción para con los hermanos (que llama sus hijos), como para su conocimiento particular. Le sugiere partir a París antes del 15 de abril.

5.- Producto de la explicación anterior, nos aclara que el Abate Fournié, aún después de haber dejado su trabajo de secretario del Maestro, igualmente sigue cumpliendo funciones de enlace en la Orden.

6.- A estas alturas Willermoz,se encuentra muy desilusionado, pues el ejercicio de las ceremonias cohens no le están dando el resultado esperado. Saint-Martin prefiere guardar silencio sobre esto, porque es al Maestro a quien corresponde darle las sugerencias e instrucciones. Willermoz se está preguntando si en realidad cuenta con las condiciones naturales para trabajar en el sistema y grado en el cual se encuentra. Aquí se establece una gran verdad: “el grado de R + da al iniciado un carácter”, cosa que en nuestros días está casi perdido.
Al parecer, Saint-Martin si tiene las condiciones necesarias para el ceremonial que aflige a Willermoz, ya que se dispone a dar opinión sobre el mismo, a tal punto que le señala: “vuestra persuasión no se sostiene aún sino por la esperanza”; esto quiere decir que aún no logrando los resultados esperados por el ejercicio de los ceremoniales, la esperanza sobre ellos le permiten esperar en el futuro, un cambio en los resultados. Sin embargo, se entre lee, que si lo invocado no decide abrir su “velo”, no lo hará; hay que “esperar”, hay que “rogar”.
Aquí se le recuerdan a Willermoz las palabras bíblicas: “ El espíritu sopla donde él quiere”, del evangelio de San Juan:

San Juan capitulo 3

1          Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío.
2        Fue éste donde Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar las señales que tú realizas si Dios no está con él.»
3          Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.»
4          Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?»
5          Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu          no puede entrar en el Reino de Dios.
6          Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu.
7          No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto.
8          El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.      Así es todo el que nace del Espíritu.»
9          Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?»
10        Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas?
11        «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.
12        Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo?
13        Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
14        Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,
15        para que todo el que crea tenga por él vida eterna.
16        Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
17        Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
18        El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído          en el Nombre del Hijo único de Dios.
19        Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz,          porque sus obras eran malas.
20        Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
21        Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»

Saint-Martin, nuevamente lo conmina a que tenga paciencia, pues si no se manifiesta en un determinado tiempo, se manifiesta en otro. Y le reconoce algo importante: “usted tiene más mérito que todo otro, ya que usted cree a ciegas”.

7.- Es muy posible que Willermoz estuviera consagrado en el grado de G. R. o sea, un grado por encima de Saint-Martin, pues este dice: “sin que tenga aún la felicidad de ser vestido del carácter sagrado que usted lleva”. Sin embargo, Saint-Martin está logrando resultados de las iniciaciones y consagraciones recibidas, pues recomienda finalmente a Willermoz atender a los conceptos de fe, coraje, amor, sabiduría y verdad; resultado: paz interior y grandes felicidades.



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domingo, 7 de abril de 2013

CORRESPONDENCIA INEDITA ENTRE LOUIS CLAUDE DE SAINT-MARTIN Y J. B. WILLERMOZ





DE LOS ARCHIVOS DE LA
ORDEN DE LOS CABALLEROS – MASONES
ELUS + COHEN DEL UNIVERSO



CORRESPONDENCIA INEDITA ENTRE
LOUIS CLAUDE DE SAINT-MARTIN 
Y
 JEAN BAPTISTE WILLERMOZ


CARTA 1 DE 50

Nota: Nos ha resultado de sumo difícil traducir desde el francés antiguo
 del siglo XVIII, al castellano del siglo XXI la siguiente correspondencia;
 sin embargo rogamos a nuestros lectores hacer un esfuerzo
 para la correcta interpretación de lo que aquí se publica,
 pues tratamos de traducir lo más apegado al original y sentido
 salido desde la pluma de Saint-Martin.

+Eques ab Aquila Coronata






En El Nombre D. G. A. D. L. Amen
Paz, alegría, salud y bendición a aquel que me escucha.  Amén.

Del Gran oriente de los orientes Bordeaux el año  M. 3.3.3.  3.5.7.  5.7.9. del mundo  4. 5, del renacimiento de las virtudes 2448. De la era hebraica 5731 del capítulo, estilo vulgar. 1771. El 4 de marzo.

M. P. M.
(muy poderoso maestro)

Yo quisiera por primera vez que tengo el placer de mantener correspondencia con usted, poder darle todas las satisfacciones que usted pide al Maestro en su carta de febrero último, pero no pudiendo responderle sino según yo, yo sé lo poco que usted debe esperar. El Maestro partió a Paris hace un mes. Son asuntos familiares que lo llamaban; esperamos ver pronto el fin de sus obligaciones, pero no sabemos cuando llegará, en su ausencia tenemos la orden de abrir sus cartas. Este viaje le afligirá sin dudas tanto como a nosotros por la poca esperanza que usted tiene de conseguir desde hace mucho tiempo las explicaciones que usted pide sobre el grado de G. A. Yo no he visto su penúltima carta en la que están contenidas las preguntas que usted tenía que hacer sobre este grado, y cuando lo haya visto, no me propondría a responder nada sin el consentimiento a aprobación del Maestro. Yo no puedo más que elogiarle su prudencia hacia vuestros émulos; pero es preciso a pesar de usted, esperar aún para recompensar su celo.

Creo poder, sin indiscreción, hablarle más positivamente sobre los dos objetos que el Maestro le había anunciado, sobre la obra importante que ha comenzado para el avance de sus discípulos y en segundo lugar la deliberación que él le ha mandado haber hecho pasar a los R. R. ++ del Regimiento de Foix. Esta labor en cuestión es en efecto muy importante por los destellos que ella puede repandir; ella abarca un campo tan vasto que será necesariamente muy considerable; y todos los discípulos no pueden hacer nada mejor que buscar todos los medios de procurárselo. Pero el Maestro ha resuelto no acordarlo sino bajo condiciones que hacen el objeto de la deliberación, estas condiciones imponen cada R. + a 50 escudos por año,  tanto para el salario de los trabajos del Maestro como para el sustento de un secretario encargado de hacer todas las copias. La deliberación deja, sin embargo, a cada uno su propio juicio en este asunto; ello no entiende imponer a quien sea una tarea onerosa; pide solo de cada uno lo que pueda dar. Los otros artículos son reglas particulares que no convienen sino al Templo de Bordeaux.

En cuanto al trabajo del equinoccio, si el Maestro  no le hace saber sus intenciones bajo tiempo es una prueba que él no se propone. Y en efecto, yo dudo que las circunstancias donde él se encuentra le permitan hacer todas las preparaciones necesarias a este respecto, está enteramente en sus asuntos y trata de acelerarlos lo más  que puede a fin de volver lo más pronto aquí. Además M. P. Maestro, es el único que tiene que reglar su marcha y la vuestra. Usted puede quedarse en paz en tanto que usted no recibirá órdenes de su parte. Es también sobre estas únicas consideraciones que usted decidirá por o contra el viaje que usted proyecta.

He aquí, Muy Poderoso Maestro todo lo que existe en mí para poder hacer suplir la ausencia del Maestro, temo no haber hecho en ello más que ponerlo más adelante en la impaciencia y en la incertidumbre y en la incertitud pero que me es posible emitir al respecto. Yo envío por este mismo correo la carta al Maestro. Así, si dentro de poco tiempo usted no recibe noticias será una señal que usted no tendrá noticias antes de su vuelta sino tan pronto el llegue yo lo acuciaré vivamente a instruirlo o le instruiré yo mismo de su retorno a fin de que usted pueda renovarle las demandas que tenga que hacerle.

Adiós M. P. Maestro que el eterno le colme de sus más santas bendiciones. Todos nuestros hermanos le saludan y yo particularmente le ruego recibir todas las seguridades de la felicidad con la que yo soy su hermano.

De Saint Martin



Comentarios:

1.- Louis Claude de Saint-Martin, reconoce la cualidad de R + (Reaux Croix) a Jean Baptiste Willermoz  al comienzo de la carta: M. P. M. (Muy Poderoso Maestro) en francés: "T. P. M.”
Esta carta corresponde al año 1771, 4 de marzo, y si cotejamos esta fecha con los documentos-diplomas de sus grados de Gran Arquitecto y Reaux Croix, nos dan las fechas de 23 de mayo de 1767 para el primero; y 1768 para el segundo. Por tanto, no hay ninguna duda de que Willermoz solicita información sobre el grado de G. A. porque le faltaba alguna información, pero ello no significa que no fuera titular del grado de R. +.

2.- Pese a que esta es la primera carta entre ambos, se puede deducir que Willermoz no le escribió a Saint-Martin, sino a don Martines de Pasqually, ya que dice: “que tenemos la orden de abrir sus cartas”; y le contesta en nombre del Maestro dándole las nuevas.

3.- Saint-Martin a estas alturas ya es el secretario oficial de Pasqually en reemplazo del Abate Fournié.

4.- Esta correspondencia nos aclara que Martines de Pasqually ya había comenzado a escribir su obra fundamental, “Tratado de la Reintegración de los Seres”.

5.- Queda a firme que en el Regimiento de Foix, donde era oficial Saint-Martin, ya existen varios R. R. + + Incluso de les asigna una cuota anual que deben capitar a la Orden, esto es, “50 escudos” al año. Sin embargo esta cantidad no es obligatoria, más bien queda a las posibilidades de cada cual. Este dinero es para cubrir los viajes y gastos del Maestro y también para los gastos que significa tener un secretario permanente, el que se encuentra dedicado a hacer las copias de rituales y catecismos de los diferentes grados, despachar la correspondencia, escribir las numerosas copias que requiere el “Tratado de la Reintegración” la que es dictada por Paqually.

6.- Una consulta que requiere una respuesta precisa es la relacionada con el “Ritual del Equinoccio”, la que requiere de las instrucciones precisas del Maestro. Willermoz debe esperar a que se den las condiciones y que se cumpla el plazo en que pasqually resuelva sus asuntos familiares. Seguramente de este resultado dependerá el viaje que Willermoz tiene proyectado para encontrarse personalmente con el Maestro.

7.- Por último Saint-Martin se compromete a poner su carta dentro de sus propios informes enviados al Maestro, para que este conozca lo antes posible sobre sus requerimientos y si ello no resulta, se compromete a que una vez de regreso, comunicarle prontamente sus solicitudes.


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sábado, 26 de enero de 2013

HISTORIA DE LA MASONERIA MODERNA






HISTORIA DE LA MASONERIA MODERNA

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ADVERTENCIA

La totalidad de las informaciones y datos contenidos en este trabajo ya han sido publicadas, durante los siglos XVIII, XIX y XX, en diversas fuentes (libros, exposures, artículos, notas, folletos, conferencias, etc.) europeas, principalmente británicas, y norteamericanas. Por lo tanto, no se trata de ningún tipo de “revelaciones” ni curiosidades sino, por el contrario, de un material imprescindible para la correcta comprensión de la Masonería Especulativa.


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“A long struggle ensued between the Ancients and the Moderns, Anderson’s innovations being the chief bone of contention. The Modern methods being termed ‘Andersonry’ by some of the Ancient brethen ...”

Thomas Carr, O.M.M. VII

“... la fondation de la Grand Loge d’Angleterre marque bien le début, non point de la Maconnerie sans épithete, mais de ce “amoindrissement”, si l’on peut dire, qu’est la Maconnerie spéculative ou moderne.”

René Guénon

I) La Masonería Antigua:


Mucho se ha escrito – y se escribe – sobre “la Masonería” sin mayores aclaraciones, pero tal actitud perpetúa muchas oscuridades y sombras sobre la misma. Primeramente, podemos decir que algunos de los conceptos utilizados como sinónimos, en variados estudios, no lo son y, consecuentemente, ciertas confusiones se mantienen por ignorancia o por conveniencia.

Uno de los casos típicos es la confusión entre los términos de “Masonería Aceptada” y “Masonería Especulativa”, tomándolos casi como sinónimos.  Por razones de simplicidad y de método, se debería  distinguir entre Masonería Antigua y Masonería Moderna, entendiendo por la primera la anterior a 1717 y la Moderna a la posterior a dicha fecha. La Masonería Antigua, que se ha mantenido viva durante siglos y hasta el presente, está constituida por los siguientes elementos:

1)   Masones Operativos en sentido espiritual (los “inspiradores hermetistas” que mencionaba René Guénon);

2)  Masones Operativos en sentido material (los “obreros de la piedra” que mencionaba el baronet escocés Andrew Ramsay);

3)  Masones Aceptados.

Desde tiempos inmemoriales los Masones Aceptados fueron invitados a formar parte de la Hermandad, siendo casi siempre reyes, príncipes, abades, etc. que, si bien no eran practicantes del Oficio, ejercían el patronato y la protección de las Logias. El caso típico es el del rey inglés Athelstan, que otorgó las primeras Constitutions al Oficio, pero los ejemplos son innumerables. Sin embargo, además de estos casos, es menester señalar algo que se ignora por completo en los ámbitos de la Masonería Especulativa: en toda Logia Operativa, obligatoriamente, había dos (2) Masones Aceptados. Ellos eran el médico y el capellán de la Logia, quienes no eran formalmente Masones iniciados sino que prestaban un juramento de secreto y así podían asistir a ciertas partes de los rituales de los Grados inferiores para cumplir tareas específicas propias de sus respectivas profesiones. Así vemos de qué manera los Masones Aceptados estaban formalmente integrados a la Masonería Antigua anterior a 1717.

Todo esto plantea una delicada cuestión pues así se entiende cuál era la verdadera situación del pastor protestante James Anderson y su calificación  (o descalificación ...) para realizar las innovaciones que introdujo en la Masonería Antigua desarticulando su sistema de trabajo. El hecho es que, hacia 1707, Anderson era “Brother of Jakim” (capellán) de una Logia  Operativa escocesa y en tal carácter aparece, desde el 1ero. de Enero de 1710, en Londres, como capellán de la Logia “St. Paul”, que era la encargada de la reconstrucción de la catedral del mismo nombre. Esta era una de las  Logias que se reunían en la taberna “The Goose and the Gridiron - Ale House”.

II) Las alteraciones y los errores:


Desde 1714, con el apoyo de un puñado de Hermanos, Anderson comenzó a introducir innovaciones y reformas en la Logia hasta que fue expulsado (kicked out) de la misma. Pero, aparte de este hecho y de otros muchos, la cuestión básica y principal es que Anderson NO era iniciado masón, ni muchísimo menos Maestro Masón, sino que había sido espectador de ciertos ritos masónicos en los Grados inferiores, lo cual no representa ninguna calificación iniciática para nada. En efecto, Anderson no había pasado por los siete años de aprendizaje obligatorio ni había trabajado prácticamente en ninguno de los Grados Superiores del Compañero, a saber: Compañero Superior de la Marca (Super Fellow Fitter and Marker) y Compañero Superior Constructor (Super Fellow Erector).

Algunas de las principales alteraciones introducidas fueron las siguientes:

1)   Inversión de las Palabras Sagradas del 1er. y 2do. Grados para impedir el acceso de los Masones Operativos a la neo-masonería  especulativa naciente en 1717. Esta inversión destruye el simbolismo interno y la significación histórica de la sigla formada con las iniciales de las Palabras Sagradas propias de los tres primeros Grados.

2)   Inversión de las posiciones de las Columnas “J” y “B” dentro de la Logia, consecuentemente  con la alteración mencionada antes. Estos sucesivos cambios han provocado innumerables confusiones y conflictos entre Obediencias Especulativas. Quienes quieran tener un panorama claro de la cuestión, pueden leer el Capítulo “Cuestiones de Orientación” del libro “La Gran Tríada” de René Guénon.

3)   Inversión del orden de Apertura y Clausura de los Trabajos dado que, en la Masonería Operativa, se abre en el Grado más alto posible y posteriormente se van abriendo los Grados inferiores. Cuando las circunstancias lo permiten, los Tres Grandes Maestros solos abren el Séptimo Grado. En caso de no encontrarse presentes, los Harodim hacen lo propio con los Grados 6to. y 5to.. En su defecto, los Menatschim del 4to. Grado abren los Talleres de los Grados inferiores.

4)   Inversión de las Joyas distintivas del Primero y Segundo Guardianes:

La atribución de la Plomada como Joya distintiva del Segundo Guardián es un error evidente pues, cualquier individuo familiarizado con práctica del Arte y la Ciencia de la Construcción, sabe que la primera tarea por realizar es la limpieza y la nivelación del terreno (por medio del Nivel, o sea la horizontal) la cual corresponde jerárquicamente al Segundo Guardián al frente de los Aprendices y algunos Compañeros recientes. Por otra parte, cumplida esta tarea preparatoria, se debe comenzar a elevar los muros del edificio (por medio de la Plomada, o sea la vertical). Tarea que corresponde perfectamente al Primer Guardián, al frente de los Compañeros Superiores Constructores (Super-Fellows Erectors). Esto ocurre en cuanto a la Masonería Operativa en sentido material. Desde el punto de vista de la construcción espiritual y metafísica, la Plomada representa a la totalidad de los estados de manifestación del Ser universal (estados supra- humanos) y, por lo tanto, simboliza a los Misterios Mayores. Mientras que el Nivel simboliza el desarrollo particular de uno solo de dichos estados (la perfección del estado humano) y simboliza los Misterios Menores.

5)    Abandono de la divisa tradicional “Sabiduría-Fuerza-Belleza”: Esto ocurrió principalmente en las Obediencias “latinas” y omite la referencia técnica directa a la sabiduría del diseño del rey Salomón; a la fuerza constructiva del rey Hiram de Tiro y a la belleza de la decoración de Hiram Abbi.

6)   Adopción tardía de la “triple devise” republicana francesa “Libertad-Igualdad-Fraternidad”. Este hecho se produjo en el siglo XIX y no en el XVIII  por el simple hecho que la “triple divisa”, contrariamente a lo que se cree, no se conocía en la Primera República de 1789 cuya verdadera “triple devise” era “Liberté, Egalité ou la Mort ...” como lo atestiguan todos los documentos de la época. No por repetir un error se convierte en una verdad...

7)   Abandono del estudio de la Geometría en Logia: este es uno de los reclamos que, con mayor insistencia, realizaban los Operativos antiguos a los Especulativos pues significaba el olvido del “lenguaje sagrado” propio del Arte y la Ciencia de la Construcción. Este lenguaje sagrado no verbal, alabado por Pitágoras, Platón y Euclides, posee un  real valor universal y era conocido y utilizado por todas las civilizaciones tradicionales. Por supuesto que se trata, en definitiva, de la Geometría Sagrada enseñada por “el Dios que geometriza” de la Grecia clásica. Recordemos que la Masonería, “que es Geometría”,  construyó todos los Templos, palacios y castillos del mundo en todas las épocas .

8) Traslado del Ara del centro de la Logia al Oriente de la misma, abandonando así un simbolismo polar por otro solar de menor jerarquía cósmica. En todas las Logias antiguas, el Ara estaba – y está - en el centro de la Logia constituyendo uno de los dos Polos del Axis Mundi simbolizado por la Plomada. Esta es otra aplicación del simbolismo del Centro como lo es también el Punto en el centro del Círculo.

9)   Traslado de las bancas de los Tres Grande Maestros del Occidente al Oriente de la Logia tal como se mantiene actualmente en las Logias especulativas. Este cambio denota que quienes lo realizaron estaban ya totalmente desvinculados de los Rituales antiguos en los cuales, los Operativos, tenían perfectamente claro que, para ver la salida del Sol por el Este y dar comienzo a los Trabajos, había que apostarse en Occidente. Por el contrario, para marcar la puesta del Sol en el Oeste y cerrar  los Trabajos, había que apostarse en el Oriente. Finalmente, para marcar al Sol en el meridiano más alto (Mediodía), estando en el Hemisferio Norte, hay que apostarse en el Norte mientras que, estando en el Hemisferio Sur, para marcar el Mediodía hay que apostarse en el Sur.

10)       Reducción de los siete Grados propios de la Masonería Operativa, primeramente a dos y posteriormente elevándolos a tres dada la debilidad intrínseca del sistema. Este tercer Grado adjuntado se creó utilizando una de las Ceremonias Anuales de los Operativos que está destinada a conmemorar la muerte de Hiram Abbi y su consecuente reemplazo en el Tercer Trono de los Grandes Maestros.

11)       Reemplazo de la Invocación al Todopoderoso (EL-Shaddai), de naturaleza eminentemente técnica por su estrecha relación con el triángulo pitagórico de proporciones 3-4-5. En su lugar se colocó  el Tetragrammaton  (Jehova) siguiendo una tendencia hacia la religiosidad protestante con la necesaria degradación del conocimiento iniciático.

12)       Inversión de las Horas de Trabajo ritual por la ignorancia de los rituales Operativos y del trabajo constructivo concreto a cielo abierto que, para determinar el perímetro de la planta del futuro edificio y por razones estrictamente cosmográficas, debían comenzar sus trabajos a la medianoche en punto y culminarlos a mediodía en punto. Si bien “simbólicamente” se puede trabajar “de Mediodía a Medianoche”, en la práctica, se necesita de los astros que iluminan realmente los Trabajos de planteo de un edificio sagrado.

13) Exclusión de la mujer en la Masonería, a pesar de que, en los Old Charges antiguos, está escrito claramente:  “hee or shee that is to be made mason ...” y también figuran alusiones tales como “Brothers and Sisters.”

También figuran muchas mujeres en los Rollos de Pagos de la construcción  de muchas iglesias y catedrales de los siglos XIV, XV y XVI realizando todo tipo de tareas, aun las más pesadas.

14) Reducción de los Tres Grandes Maestros a un solo Venerable en la conducción de la Logia. (Three to rule a Lodge ...). En las Logias Operativas, los Tres Grandes Maestros representan, respectivamente, al rey Salomón, a Hiram de Tiro y a Hiram Abbi  y solamente en los Grados inferiores de  Aprendiz Admitido y de Compañeros nuevos existe un solo Maestro Venerable.

No en todas las Obediencias Masónicas ni en la constitución de los principales Ritos Masónicos  se pusieron en práctica estas alteraciones en su totalidad pero, en su mayoría, fueron llevadas a cabo, aunque no sin una fuerte resistencia de los Masones Operativos. No obstante, estas no fueron las únicas alteraciones perpetradas por Anderson y sus seguidores. Otro hecho inadmisible es la quema de antiguos documentos, reglamentos y escritos (llamados Old Charges) pertenecientes a la Masonería Antigua que cayeron en sus manos so pretexto de ponerlos a salvo de manos indebidas. En realidad, se trataba de testimonios incómodos de otro tipo de Masonería pre-existente y más pura.. Esos documentos, llamados despectivamente “Gothik Constitutions” por Anderson, contenían todas las enseñanzas técnicas, simbólicas y rituales necesarias para construir efectivamente pero también hacían breves pero explícitas referencias a la lealtad hacia el rey, a las relaciones con la Iglesia Católica y a invocaciones a la Virgen María que incomodaban a los protestantes que estaban al frente del cisma masónico moderno y que apoyaban a la dinastía holandesa, que había usurpado las coronas inglesa y escocesa unidas, derrocando a los reyes legítimos de la dinastía escocesa de los Estuardo.

III)   De la descentralización medieval al absolutismo político:

También es necesario mencionar un hecho que casi nunca se analiza en profundidad y de graves consecuencias:  entre las alteraciones introducidas figura la aparición de un elemento extraño y ajeno a la Masonería Operativa antigua y es la aparición del cuerpo masónico denominado “Gran Logia” desconocido hasta 1717  (los masones especulativos modernos siempre se han preocupado por señalar que la Gran Logia de Londres fue  “la primera” del mundo lo cual es muy cierto y constituye la mejor prueba de que dicha institución era desconocida para la Masonería Antigua ...). Pocos masones toman conciencia de que esta nueva forma de organizar el Oficio y la actividad masónica se hizo según el modelo político de la monarquía absoluta imperante en la Europa de aquella época, mientras que la Masonería Operativa antigua estaba fundada en la descentralización típica del feudalismo. De este modo, por más que se declame la libertad y aún el republicanismo, la estructura básica de todas las Obediencias Masónicas y de todos los Ritos Masónicos es copia del absolutismo político de los siglos XVI al XVIII europeos, con la consecuente exacción de los derechos de los Maestros de las Logias en beneficio de estos cuerpos extraños denominados  “Grandes Logias”  con un desmedido aumento de la burocracia  y del papeleo por medio de la expedición de Cartas-Patentes, de distintos Certificados de Grados, Planchas de “Passe et Quit”, reglamentarismo, etc.. Como inevitable consecuencia de lo anterior surge el efecto no querido (pero en muchos casos muy querido ...) del tráfico y el comercio de Cartas-Patentes, Certificados, etc. El siglo XVIII es particularmente ilustrativo al respecto aunque esta tendencia sigue actualmente vigente con toda su fuerza.

Todo esto regulado, valga la redundancia,  por el concepto de “regularidad” que, progresivamente, se convierte en un mero “reconocimiento administrativo” totalmente alejado de la idea de la verdadera regularidad iniciática que preconizaba René Guénon como la única verdadera. ¿Acaso no existen masones ateos que se pretenden “regulares”, por el hecho de pertenecer a una Obediencia con fama de tal? Y dicha Obediencia que pasa por ser “regular”, ¿acaso lo es  albergando Masones  ateos? Si, dentro de Obediencias “regulares”, se ha llegado a sostener que  el Grado de Maestro es “elitista” y solo se debería trabajar en los Grados de Aprendiz y Compañero y se trata de simplificar el Ritual al máximo o directamente abolirlo, no es esta la consecuencia lógica de los primeros errores y omisiones originados en 1717?

IV) Las causas históricas:

Es necesario puntualizar muy claramente, entonces, que el verdadero origen de la Masonería Moderna surge de una ruptura cismática con el pasado artesanal e iniciático, constituyendo la fuente de toda irregularidad masónica posterior. Por ello, el único criterium veritatis válido para resolver cualquier cuestión doctrinaria, simbólica o ritual de la Masonería actual es referirse a la Masonería Operativa antigua como guía, tal como lo afirmaba René Guénon.

Como se comprenderá, era menester poner en claro el gran daño ocasionado al sistema de trabajo de la Masonería Operativa antigua por estas alteraciones, omisiones y distorsiones ocasionadas, en definitiva, por cuestiones políticas, religiosas y dinásticas. Debiendo insistir permanentemente en que no se entenderá el decurso de la Masonería occidental, si se la desvincula de la historia de las guerras civiles religiosas británicas y europeas.

Brevemente, se debe recordar que, en el siglo XVII, las coronas de Escocia e Inglaterra estaban unidas bajo la soberanía del rey escocés  James II, de religión católica, perteneciente a la dinastía de los Stewart  (Estuardo). En 1688-89 se produce la así llamada “Glorious Revolution” por medio de la cual, con apoyo de sectores parlamentarios, que hoy en día podrían ser calificados de “cipayos”, el rey legítimo es depuesto y los ejércitos holandeses de la Casa protestante de los Hannover-Orange invaden Inglaterra y el príncipe Guillermo de Orange usurpa las coronas de Escocia e Inglaterra unidas.

Las consecuencias fueron previsibles: se reanudaron las guerras civiles británicas, esta vez también contra los ejércitos invasores, y comenzó una serie de “Rebellions” y alzamientos militares a manos de los ejércitos llamados “Jacobites”, en honor del rey James (Jacobo). Los “Jacobites” agrupaban indistintamente  a escoceses de las Highlands y las Lowlands, a irlandeses, galeses e ingleses unidos contra el  invasor extranjero en defensa de la dinastía legítima. Si bien los “Jacobites” eran principalmente católicos, también muchos anglicanos, y aun protestantes, militaban en sus filas, dejando de  lado los enfrentamientos religiosos, para defenderse conjuntamente de los usurpadores extranjeros.

Las Logias militares estuardistas, especialmente las de las Highlands, acompañaban a los ejércitos en sus campañas  y practicaban un tipo de Masonería caballeresca y templarista distinta de la meramente obrera imperante en Londres. Por lo anterior, se comprende fácilmente que la situación de la Masonería londinense era, cuanto menos, sospechosa de Jacobitismo ante los ojos de los nuevos monarcas  usurpadores. Esta es la verdadera causa del cisma operado por el pastor Anderson, capellán de la Logia “St. Paul” (no iniciado masón y solo asistente a ciertas partes de los Trabajos en los dos primeros Grados), para crear una neo-masonería filo-protestante y cercana al poder extranjero reinante.

Es interesante recordar que Londres se había convertido en un centro muy importante del Protestantismo europeo sobre todo por la gran cantidad de Hugonotes franceses exiliados en esta ciudad luego de la Revocación del Edicto de Nantes (1685).

La Masonería escocesa Jacobita y legitimista fue, militar y políticamente, aniquilada en la matanza ocurrida luego de la sangrienta batalla de Culloden-Moor (1746) cuando sus miembros fueron perseguidos hasta su exterminio. Su Gran Maestre, sir Charles Radcliffe, Lord de Derwentwater, fue capturado luego de la derrota y decapitado, junto con otros Oficiales, el 8 de Diciembre de ese mismo año en la Torre de Londres.

V) El cisma y la “unidad” especulativa:

Aquí reside el nudo y el origen del cisma y  la irregularidad propios de la Masonería Especulativa moderna en su totalidad que, por razones de oportunismo político-religioso, provocó el desquicio del sistema de Trabajos de la Masonería Operativa con el evidente apoyo de la dinastía holandesa que se había apoderado del trono británico. Es cierto que esta grave situación  generó una fuerte reacción de los Masones Operativos y de los remanentes de la Masonería Jacobita quienes, liderados por el ilustre masón irlandés Laurence Dermott, fundaron, en 1751, una Gran Logia opuesta a la de Londres de 1717. El nuevo cuerpo masónico se denominó “Grand Lodge of England according to the Ancient Institutions” y bautizó despectivamente de “Moderns” a la Gran Logia de 1717.

Como ya se ha visto,  los puntos de divergencia eran muchos y muy importantes pero, a modo de ejemplo y complementando la enumeración de párrafos anteriores, se debe mencionar también la exclusión, por ignorancia, de toda la Masonería de la Marca (Mark Masonry) que constituye el verdadero núcleo del Grado de Compañero (es por esta causa que el Grado de Compañero aparece como vaciado de contenido en la Masonería Especulativa) y el Santo Arco Real que constituye la verdadera Maestría Masónica (el actual 3er. Grado especulativo corresponde al Maestro de Logia que, en el sistema Operativo, corresponde a los Menatschim u Oficiales Superintendentes pero NO a los tres Grandes Maestros Masones). De esta forma, los Grados más importantes y significativos por su origen Operativos (la Mark Masonry y el Holy Royal Arch) quedaron fuera  del sistema de los tres Grados de la llamada Masonería Simbólica.

Desvirtuando las afirmaciones de que la Masonería se encontraba muy debilitada y al borde de la extinción y que el surgimiento de esta neo-masonería moderna, en 1717, evitó su desaparición, el enfrentamiento entre las dos Grandes Logias  duró sesenta y un años hasta que, en 1813, por presión real, se logró una unificación de ambos cuerpos con una virtual rendición de los “Moderns”. Este es el origen de la actual “Gran Logia Unida de Inglaterra”, la cual logró salvar algo de la herencia antigua. Sin embargo, el mal ya estaba hecho y gran parte del conocimiento técnico, simbólico y ritual se perdió para la Masonería moderna. No obstante, las Logias Operativas continuaron existiendo en el mayor secreto sin reconocer como Masones a los Especulativos. Como ejemplo del rechazo a los errores especulativos, las Logias Operativas execraron a Anderson y no  iniciaron más a quienes llevasen tal apellido .

VI)        Nuevas desviaciones:

Pero aquí no termina el proceso de decadencia iniciado en 1717, pues las Masonerías llamadas “latinas” (Francia, Italia, Bélgica, España, Portugal, etc.) continuaron desviando los objetivos de la Masonería Antigua mediante un proceso continuo de politización, laicización, simplificación y omisión de las enseñanzas técnico-simbólicas de la misma. Para colmo de males, en 1789, se produce la Revolución Francesa que, durante el Terror, persigue a los Masones por pertenecer a la aristocracia y/o a la alta burguesía, allana y clausura las Logias y guillotina a gran cantidad de Masones entre los cuales se encontraban muchos curas, abades y nobles. La Masonería francesa solo comienza a resurgir durante la época napoleónica, pero ya impregnada con la ideología imperante y “à la page” con las ideas republicanas. Tan solo a partir de las revoluciones de 1848 es que la Masonería Francesa  retoma fuerza y vigor,  pero ahora bajo el signo creciente del anticlericalismo, socialismo, liberalismo, anarquismo, etc. infiltrados en las Logias a través de los “Clubs de la Pensée” jacobinos (no “Jacobitas” ...). Esta es la versión desviada y devaluada, que es considerada (por los profanos y también por muchos Masones ...) como “la” Masonería a secas y que cree poseer una misión “social” en el mundo. Esta situación de ignorancia es particularmente grave en Latinoamérica. Resulta patético y paradójico que los Masones Especulativos modernos, en su oportunismo, se hayan hecho cargo de los errores y falsificaciones contenidas en las falsas denuncias de abades ignorantes o de mala fe como Barruel y Lefranc .

¿Cuál será, entonces, el destino de esta Masonería desviada aun con respecto a los primeros desviados? Sin enseñanzas coherentes por el abandono del estudio de la Geometría en Logia, con Rituales alterados e incompletos, con una ideología supuestamente masónica pero totalmente profana en realidad, con Grados técnicos suprimidos y con superabundancia de Altos Grados, que no pueden practicarse nunca por falta de tiempo y lugar y volcada a actividades profanas, el futuro no parece demasiado prometedor ...

VII) Viejos reduccionismos:

Finalmente, es oportuno hacer algunas reflexiones sobre otro desafío que debe enfrentar la Iniciación de los Constructores en Occidente. Se trata de un reduccionismo, siempre latente, que tiende a subordinar la Vía Iniciática a la Vía Religiosa. Esta tendencia se ha observado en oportunidad de sostenidos ataques a la obra de René Guénon, negando la posibilidad de la existencia de la Tradición Primordial, negando un conocimiento profundo de Guénon sobre el Cristianismo, afirmando  la preeminencia de los aspectos salvíficos de la religión por sobre los liberadores y suprahumanos de la iniciación, etc. y otros argumentos trabajosamente elaborados que, por el solo hecho de plantearlos, aparecen como una “marca” descalificatoria de sus autores para seguir una vía iniciática, dada su ignorancia básica acerca de la doctrina esotérica tradicional.

Históricamente, en el origen de la desviación moderna, aparece también un reduccionismo religioso cuando, bajo influencia del moralismo de raigambre protestante, solo se atina a definir a la Masonería como “un sistema de moralidad velado por alegorías e ilustrado por símbolos” ...  En esta definición, acuñada hace dos siglos, es evidente la ausencia de una concepción superior  que proponga una realización espiritual liberadora, lo cual sería una clara señal de la Vía Iniciática en pos  de los estados superiores del Ser.

En la actualidad, bajo el aspecto de críticas a las doctrinas expuestas por Guénon, algunos Masones proponen una “religiosidad” totalmente alejada y negadora de los objetivos y los métodos iniciáticos. En definitiva, ambas tentativas, la protestante del siglo XVIII y la católica del siglo XXI, fueron y son subversivas del orden normal entre lo esotérico y lo exotérico pues, para expresarlo en lenguaje abrahámico y cristiano: el papa es vasallo de Melki-Tsedek (1) y ante él debe arrodillarse y rendirle tributo. Y San Pedro, jefe religioso de la Iglesia, debe reconocer y respetar a San Juan como el discípulo bienamado que conoce los secretos del Sagrado Corazón de Jesucristo.

Parafraseando a Dante:  aquellos que tengan el intelecto sano comprenderán la doctrina que se esconde bajo estas palabras extrañas ...




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NOTAS:



(1)      El concepto de “vasallo” es aplicado aquí en su sentido técnico medieval de reconocimiento y lealtad hacia un superior. Así como, en el orden político medieval, los reyes eran vasallos del Emperador y éste, a su vez, era vasallo del Papa, el Sumo Pontífice, con más razón en el plano espiritual, era vasallo espiritual de Melki-Tsedek quien, a través de la sumisión de Abraham, establecía “el orden de Melki-Tsedek”, según el cual se constituye el sacerdocio cristiano ...

BREVE  BIBLIOGRAFIA INDICATIVA:

-      BARLES, Jean: “Histoire du schisme maconnique anglais de 1717. 1688-1730: Creation de la Grand Loge de Londres”, Guy Trédaniel, Paris, 1990.

-      CALLAEY, Eduardo R.: “El mito de la Revolución Masónica”, Nowtilus, Madrid, 2007.

-     Revista “Transactions” publicada por la “Leicester Lodge of Masonic Research”, Leicester, Inglaterra, Volumen 1909-1910 y otras sine data.

-      FERRO, Jorge Francisco:  “La Masonería Operativa”, KIER, Buenos Aires, 2008.

- Archivos de la “Worshipful Society of Free-Masons, Rough-Masons, Wallers, Slaters, Paviours, Plaisterers and Bricklayers”, con artículos y notas de Thomas Carr, John Yarker, Clement Stretton, Major Gorham y otros.

-      Archivos de la Orden Real de Heredom de Kilwinning.

-      CAMPBELL-EVERDEN, William:  “Freemasonry and it’s Etiquette”, London, A. Lewis, 1932.

-      DERMOTT, Laurence:  “Ahiman Rezon or a Help to all that are Free and Accepted Masons, London, Robert Black, 1764.

-      GUENON, René:  “Etudes sur la Franc-Maconnerie et le Compagnonnage”, Editions Traditionnelles, II Tomos, Paris, 1970.

-      GUENON, René: “Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada”, EUDEBA, Buenos Aires, 1988.

-      STEEL-MARET, Elie: “Archives Secretes de la Franc-Maconnerie”, Librairie de la Préfecture, Lyon, 1893.

-      NAUDON, Paul:  “Les Origines religieuses et corporatives de la Franc-Maconnerie”, Dervy Livres, Paris, 1979.

-      THE OPERATIVES:  “A History of the Worshipful Society of Free-Masons, Rough-Masons, Wallers, Slaters, Paviours, Plaisterers and Bricklayers”, London, 2006.

-      THE WORSHIPFUL SOCIETY OF FREEMASONS, ROUGH MASONS, WALLERS, SLATERS, PAVIOURS, PLAISTERERS, AND BRICKLAYERS.  “Directory and Calendar”, London, 2008-2009.

-      STRETTON, Clement: “Tectonic Art – Ancient Trade Guilds and Companies – Free Masons’ Guilds”, Melton Mowbray Company, Leicester, 1909.

-      STEVENSON, David: “The first Masons – Scotland’s early lodges and their members”, Geo. Stewart & Co., Edinburgh, 1942.

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Logia de Investigaciones “René Guénon”, Nro. 2

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