miércoles, 2 de noviembre de 2011

ENTREVISTA A JORGE FRANCISCO FERRO - ARGENTINA - SEGUNDA PARTE






(Véase nuestra presentación en la primera parte de esta entrevista)
                                               Segunda parte
ENTREVISTADOR.-   ¿Podemos  nombrar  algunos  Rosacrucianos?  Ciertos
personajes que le vengan a la cabeza.
JFF.- Algunos cercanos de Dante Alighieri y él mismo o, por ejemplo, Roger
Bacon, podemos mencionar también a San Francisco de Asís que, además de
cristiano, era un iniciado y miembro de una tarîqa musulmana. Este santo es
recibido en países islámicos como un alto iniciado. Sí, el poveretto de Asis.
Aunque,  en  la  medida  en  que  todos  ellos  fueron  conocidos  por  nombre  y
apellido y fueron maestros, los deberíamos catalogar, más precisamente, como
Rosacrucianos porque los auténticos Rosa + Cruces han permanecido en el
anonimato y justamente la tradición de los Superiores-Incógnitos es que deben
ser  eso,  Incógnitos.  Por  eso  también,  dice  Guénon,  que  aquél  que  se
autodenomina alto iniciado o Rosa + Cruz, en un sentido inverso y contrario
sensu, claramente no lo es.
ENTREVISTADOR.- Por decir lo menos, nos parece del todo suyo significativo
que René Guénon le haya dedicado tantas interrogantes en su artículo  “El
enigma de Martines de Pasqually” precisamente a la persona de Martines  -
nada  común  en  nuestro  autor-  y  la  relación  con  Willermoz:  fechas  de
nacimiento  y  muerte,  su  supuesto  nombre,  bibliografía  mínima,  heredad
iniciática y otras más. ¿Qué podría agregarse en aras de una revelación de
orden iniciático? Y además si pudiera ampliarnos ¿Qué implica la obtención de
la Cruz de San Luís? A saber, en este artículo Guénon afirma que:

…podríamos  ver  indicios  favorables  en  algunas
particularidades  concernientes  a  la  sucesión  de
Martines:   concedió   a   su   hijo   primogénito,
inmediatamente    al    bautismo,    la primera
consagración en la jerarquía de los Elegidos Cohen, lo que puede sugerir que pensara convertirlo en su sucesor.   Este   hijo   desapareció   durante   la revolución, y Willermoz confiesa no haber podido saber qué fue de él.

Y como el propio Guénon se pregunta “¿de qué tradición provenía esta iniciación?”
JFF.-  Efectivamente,  René  Guénon  ha  dedicado  muy  pocos  estudios  a individuos y a organizaciones particulares. Recuerdo, en este momento, por supuesto a Dante Alighieri a quien le dedica un libro, a Jacob Boheme que le dedica un estudio también, a San Bernardo de Claraval como apuntaba usted y parar de contar; no muchos más. Y lo mismo que a las organizaciones que a él le despertaron de alguna manera, en fin, su interés.
Martines  de  Pasqually  es  por  supuesto  el  otro  individuo  a  quien
Guénon  le  dedica  su  artículo  “El  enigma  de  Martines  de  Pasqually”  y  las
organizaciones,  bueno,  son  realmente  la  misma  Orden  de  Martines  de
Pasqually o sea la Orden de los Caballeros Elegidos Sacerdotes del Universo y
la Orden de Heredom de Kilwinning a la cual le dedica un artículo que se llama


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justamente “Heredom” acerca del significado del nombre y luego, en su obra El Esoterismo de Dante, es nuevamente mencionada la Orden de Heredom de Kilwinning como una Masonería completa en sí misma, eso es lo que dice Guénon,  o  sea,  que  no  le  debe  nada  a  ninguna  otra  Masonería,  lo  cual realmente es muy llamativo.
Son esos hitos en el camino que Guénon deja para que los estudie y
los recoja aquél investigador que, en fin, tiene cierta disposición a estos temas.
Ahora bien, las relaciones de Martines de Pasqually con Willermoz fueron un
tanto  controvertidas,  y  aquí  debemos  de  hacer  algunas  aclaraciones,  no
podemos decir a la ligera que Willermoz traicionó a Martines de Pasqually, ni
mucho menos; pero, digamos que estuvo en el margen siempre de la rebelión,
y estuvo siempre en un estado constante de tensión con Martines de Pasqually.
Pueda ser la causa de esto, el que Willermoz pertenecía a una multiplicidad de
organizaciones masónicas y que cada una de ella le exigiría responsabilidades,
donde cada una de ellas, además tendría su forma particular de ver ciertas
cuestiones.
El hecho es que Willermoz tiene una carrera masónica muy peculiar:
recordemos que Willermoz es el creador y el artífice del llamado Rito Escocés
Rectificado cuya rectificación, o sea lo que le hace llamarse así, no es más que
el rechazo explícito de la herencia templaria. Esto no hay que olvidarlo porque,
efectivamente, los miembros del Rito Escocés Rectificado y que estudian estas
cuestiones, han reiterado y retornado a reivindicar la herencia templaria. Pero
ocurre que esa herencia templaria no ha sido restaurada dentro del Rito, no ha
sido realmente reincorporado el grado de “Caballero del Temple” que es el que
debería sustituir al de “Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa” la cual podría
constituirse   perfectamente   en   una   Orden   autónoma   de   Caballeros
Bienhechores  de  la  Ciudad  Santa.  Entonces,  este  Rito,  uno  de  los  más
antiguos y conocidos, se constituyó en el Convento de Wilhemsbad y podría
recuperar realmente la herencia templaria. Sin embargo la Rectificación fue
justamente  éste  rechazo  y  también,  de  alguna  manera,  en  éste  rechazo
participaron  otros  personajes  como  el  conde  Joseph  de  Maistre,  católico
realista y ultramontano, masón de Altos Grados que no creía que la Masonería
fuese heredera de los Templarios.
Lo  que  ocurre  también  es  que,  muchas  veces,  las  cosas  no  se
plantean  correctamente.  Decir  que  la  Masonería,  en  su  totalidad,  es  una
herencia  templaría  no  creo  que  sea  del  todo  correcto;  más  correcto  sería
afirmar  que  ciertas  Masonerías  y  ciertos  grados  de  algunas  Masonerías  y
algunos ritos especiales contenidos en esos grados sí son de procedencia
templaria. Pero decir que todo masón es un templario, como se decía en el
siglo XVIII, me parece que es una extralimitación y es una falla en el análisis
porque  la  verdad  corre  a  veces  por  callejones  muy  estrechos  y  menos
conocidos.
Ahora  bien,  respecto  al  hijo  de  Martines  de  Pasqually,  Guénon
menciona  el  conferimiento  de  la  Cruz  de  San  Louis  y  las  primeras
consagraciones que hace a su hijo desde el bautismo. Esto indicaría que, en un
plano exterior, político y a la vez tradicional, Martines de Pasqually se adhería,
como lo hacía su familia, al realismo, o sea a las monarquías europeas, la
misma divisa “Fieles a Dios y al Rey” indica cuál es el sentido exterior y político
de su Orden y la recepción de la Cruz de San Luis es una distinción meritoria.
Su padre ya poseía la nobleza baja conferida por la Casa de Estuardo pues era


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“Squire”   (escudero)  con  título  dado  por  esta  Casa,  por  esta  dinastía,  y
posteriormente destronada.
El hecho de consagrar, en la Orden, a su hijo después del bautismo implica que sí, efectivamente, tenía planes para con él y lamentablemente parece que esos planes no pudieron cumplirse ya que su hijo desapareció en la Revolución Francesa y nunca se supo cuál fue su destino.
Por otra parte, esa consagración comportaba la ejecución de esos ritos que Martines de Pasqually obtuvo de una fuente, todavía hoy indeterminada. Se puede suponer de dónde pudieron haber sido emanados pero, en fin, no está completamente definido el origen…
ENTREVISTADOR.- ¿De qué tradición provenía esta iniciación? En esto reside también el debate.
JFF.- Si, el debate está centrado en un posible centro espiritual secundario de la tradición abrahámica que englobaría Judaísmo, Cristianismo e Islam y que, en la época de Martines de Pasqually, habría estado situado en el norte de África, en un lugar indeterminado. Pero quizás, en este momento, o no existe más o se ha desplazado. Por eso, muchas veces, se trata de organizaciones inhallables ya que no funcionan exactamente como funcionan el resto de las organizaciones Occidentales y aún Orientales, en un sitio determinado, con una construcción, rituales, elementos materiales, etc…
Muchas  veces  se  trata  de  comunidades  espirituales  de  individuos altamente realizados, por ejemplo, en este momento recuerdo, en la tradición cristiana, a los estilitas de los primeros siglos cristianos que pasaban decenas de años encima de una columna sin hablar, sin comer, sin manifestarse con los demás. Son conocidas las leyendas acerca de la domesticación de animales de estos estilitas. San Francisco de Asís hacia cosas semejantes.
Bueno, este tipo de individuos podrían estar encargados de transmitir a judíos, cristianos y musulmanes ciertas influencias espirituales para mantener vivas las tradiciones. Estas serían, a lo mejor, las fuentes de agua viva que menciona  el  Evangelio.  ¿Cómo  podemos  percatarnos  de  esto?  Por  propia definición son muy difíciles de ubicar, pero ello no quiere decir que no existan estas organizaciones o estos individuos.
Pareciera que Martines de Pasqually fue preparado y entrenado en un
centro como estos porque, otra cosa que dice René Guénon, es que Martines
de Pasqually debe haber tenido una serie de dotes personales y que también
fue entrenado para una misión que, lamentablemente, no pudo cumplir o dejo
inconclusa.

ENTREVISTADOR.- Continuando con este artículo de René Guénon,  ¿Hay alguna relación entre el “estado” taoísta y noaquita?... Es como un juego de conceptos…
JFF.-  Efectivamente,  Guénon  hace  una  especie  de  juego  de  palabras  que
habría de aclarar. Primeramente, en el Corán el profeta Mahoma dice que se
debe buscar el conocimiento por todos lados, en los lugares más difíciles e
inalcanzables, incluida o hasta en la China. Entonces, en éste simbolismo, la
“China” simboliza un lugar como podría ser el centro del mundo: inalcanzable,
un lugar de dificilísimo acceso por no decir imposible. Pero también, en francés,
“noachites” y “chinois” son un anagrama por eso, entonces, habla del noaquita
y de la China. Porque, desde los primeros  orígenes  y desde  los  primeros


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documentos de la Masonería, sus autores han reclamado el título de Noaquita para  los  masones.  Esta  afirmación  cuenta  con  algunas  razones  fuertes  e importantes ya que Noé fue un constructor en madera  (Faber) y siguió los planes de Dios para construir el Arca. Similares proporciones que después fueron utilizadas para la construcción del Arca de la Alianza, medidas que, a su vez, fueron utilizadas posteriormente para edificar el Templo de Salomón y así estamos ya en el centro de la leyenda iniciática de la Masonería. Esta es la cuestión, es el eje transmisor que hace que la Masonería reclame orígenes antediluvianos  porque  hay  algunos  grados  masónicos  que,  explícitamente, afirman que ciertos conocimientos provienen de Noé y del patriarca Enoch. Esto da para meditaciones e investigaciones de relaciones simbólicas muy profundas y en fin, muy importantes.

ENTREVISTADOR.- ¿”Injertó”, o mejor, introdujo Martines en la Masonería sus enseñanzas  provenientes  del  norte  de  África?  como  señala  Guénon  en  al artículo que nos ocupa:

… es bien seguro que la forma de esa iniciación no
era  aquella  de  la  Orden  de  los  Elegidos  Cohen,
puesto que no existía antes de Martines mismo, y
nosotros percibimos cómo la elabora poco a poco,
desde 1754  hasta 1774,  sin  que  haya  logrado
siquiera terminar de organizarla completamente.

JFF.- Muy bien, lo primero que hay que hacer es reiterar y reafirmar lo dicho al
principio por usted mismo con mucha agudeza: que Martines de Pasqually no
era  un  cabalista.  Contrariamente  a  lo  que  se  afirma    rápidamente  y  muy
livianamente: Martines de Pasqually no expone la doctrina cabalística en su
Tratado  de  la  Reintegración  ni  en  su  Orden  aparecen  elementos  que
permitieran definirlo al propio Martines o a la propia Orden como cabalista.
Martines de Pasqually tiene, sí una enseñanza, y una tradición judeo-católica
―no solo judeo-cristiana― sino judeo-católica vamos a ser bien específicos. Él
propicia la conversión al catolicismo de los candidatos que eran de origen
protestante  porque  tenían  que  pasar  por  ciertos  ritos.  Lo  que  Martines  de
Pasqually  poseía  era  una  gnosis  judeo-católica,  lo  reitero,  o  sea,  un
conocimiento oculto sobre ciertas líneas de transmisión y ciertas doctrinas de
este “género”. Por más extraño que esto resulte, en fin, y por más sorprendente
que nos parezca, hay que afirmarlo con claridad, no era un cabalista y sí, era
un gnóstico judeo-católico.
Ahora  bien,  de  esas  doctrinas  él  desprende  también  una  serie  de
prácticas que traduce en diversos grados de iniciación teúrgica. Martines de
Pasqually, evidentemente, tiene que realizar ciertas tareas que son justamente
injertar  o  superponer ―a  la  única  organización  iniciática  auténtica  que
sobrevivía y sobrevive en Occidente que es la Masonería― una determinada
doctrina y prácticas teúrgicas derivadas de ella que la ponían, digamos, en
actividad  o  sea  que  la  hacían  operativa.  Martines  de  Pasqually  reitera
frecuentemente el concepto de Operativo en su sistema y que además no tiene
nada  que  ver  con  lo  que,  hoy  en  día,  algunos  masones  consideran  como
operativo en el sentido de que se reúnen para un fin social o político particular;
esto es una desviación y es realmente casi un contra-sentido. La Vía Operativa


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de Martines de Pasqually, en el siglo XVIII, se refiere a cosas muy distintas y de un nivel muy superior a lo que hoy en día puede llegar a considerarse como “operativo” dentro de algunas Obediencias Especulativas.

ENTREVISTADOR.- Nos parece que lo anterior redondea un poco la siguiente cita de René Guénon. Y por supuesto considerando lo que dice este pensador con toda la posterior explicación:

… debe de tenerse en cuenta, por el contrario, que
la  ‘misión’ de Martines implicaba precisamente un
trabajo de ‘adaptación’ tendiente a la formación de
la  Orden  de  los  Elegidos  Cohen,  trabajo  que  no
habían   podido   desarrollar   sus ‘predecesores’
porque, por una u otra razón, no había llegado aún
el  momento  y  posiblemente  porque  ni  siquiera
habrían podido encararlo… [más adelante] siendo la
Orden de los Elegidos Cohen una forma nueva, no
le  permitía  constituir  por  sí  sólo  y  de  manera
independiente, una iniciación válida y regular. Por
tal  motivo,  no  podía  reclutar  miembros  más  que
entre  los  que  ya  pertenecían a  una  organización
iniciática […] si Martines recibió una  ‘misión’, ella
fue la de fundar un rito o un ‘régimen’ masónico de
altos grados, donde poder introducir, revistiéndolas
de  forma  apropiada,  las  enseñanzas  a  las  que
había accedido en otra fuente iniciática.

JFF.- Correctamente, eso es estrictamente así. Quiere decir que la Masonería
Jacobita, la Masonería Escocesa Jacobita a la cual pertenecía el padre de
Martines  de  Pasqually  y  el  mismo  Martines,  era  la  cualificación  previa  y
necesaria para poder ingresar a la Orden de los Caballeros Elegidos
Sacerdotes del Universo.  [Véase el trabajo inédito hasta este momento en
castellano:  “Algunos documentos inéditos de los Elegidos Cohen” de René
Guénon, y ubicado en esta misma página web en nuestro apartado Artículos].
              
Efectivamente, como todo sistema escocés, era un sistema de Altos
Grados pero, previamente, para llegar a esos altos grados había que tener las
cualificaciones  que  otorgaba  esta  Masonería  Jacobita  a  la  cual  pertenecía
evidentemente la familia de Martines de Pasqually, porque también un pariente
de Martines de Pasqually se hace cargo, en su momento, de la Gran Maestría
de la Orden. Esto quiere decir, entre otras cosas, que él consagra a su hijo; así
que había una relación y una concepción dinástica dentro de la Orden de los
Elegidos Cohen, cosa que muy pocas veces se dice.

ENTREVISTADOR.-  Los  SS:::  II:::  tienen  que  ver  con  el               “Martinismo
Tradicional” y poco con la supuesta heredad de Saint-Martin, quien se alejó por completo de la Masonería  ¿Le faltaba a René Guénon cierta información al respecto del actual “Martinismo”? Aunque debemos de considerar lo que dice Guénon al cerrar este artículo: “… en cuanto al ‘Martinismo’ moderno, podemos asegurar que tiene muy poco que ver con Saint-Martin y absolutamente nada con Martines y los Elegidos Cohen.”


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JFF.-  Efectivamente,  aquí  hay  que  aclarar  puntualmente  una  serie  de
conceptos  porque  en  estos  casos  hay  una  permanente  confusión.  Lo  que
ocurre es que esta confusión da pie, muchas veces, para que subsistan ciertos
grupos y es funcional a ciertas corrientes porque las retroalimentan en muchos
aspectos.  Martines  de  Pasqually,  masón  escocés  y  jacobita  por  herencia
familiar, funda la Orden de los Caballeros Elegidos Sacerdotes del Universo.
Esto es claro y está, en fin, documentado. Louis Claude de Saint-Martin, en
tanto,  no  funda  ninguna  Orden,  por  el  contrario,  él  es  iniciado  en  una
Fraternidad.  Cuando  se  aleja  de  la  Orden  originaria  de  la  cual  había  sido
iniciado, por supuesto que se trata de la Orden de Martines de Pasqually y,
habiendo  sido  su  secretario,  desarrolla  su  carrera  -la  primera  parte  de  su
carrera- dentro de dicha Orden para posteriormente pasar a la “inactividad”.
Aunque, en realidad, no es demasiado claro que pase a una “inactividad” y a la
pasividad total del misticismo como algunos lo consideran equivocadamente.
Porque  ciertamente  Louis-Claude  de  Saint-Martin  se  aleja  de  la  Orden  de
Martines de Pasqually  -ya que ésta no coincidía plenamente con su propia
naturaleza- lo cual es perfectamente aceptable. Entonces ¿a qué se dedica?
Se dedicará al hermetismo y a la alquimia. Se dedica a la alquimia financiado
por el mismo Willermoz. Esto no hay que olvidarlo y hay que ponerlo de relieve.
Ahora,  justamente,  en  ese  momento,  luego  de  su  pase  a  sueño  y  en  la
inactividad  como  Sacerdote  Elegido,  es  iniciado  en  la  Fraternidad  de  los
Filósofos  Desconocidos,  que  era  y  es,  una  organización  dedicada  al
Hermetismo Cristiano y a la alquimia de orientación rosacruciana. Este grupo
no utilizaba, con toda prudencia y corrección, el nombre de Rosa  + Cruz y
había sido reorganizado, aparentemente en el siglo XVII, por un círculo de
hermetistas  europeos,  no  totalmente  identificados,  dirigidos  por  Michel  de
Sendivogius, el famoso alquimista polaco.
Esta Fraternidad de Filósofos Desconocidos era heredera, a su vez, de
otra organización, denominada Los Hermanos de Oriente, que tenía su origen
en  Constantinopla  y  que  había  sido  protegida  por  Alexis  I  Comneno,  el
emperador de oriente. Sus miembros habrían huido a Occidente por la invasión
turca. Entonces, hay que tener en claro cuáles son las verdaderas líneas de
filiación. Una cosa bien distinta y usufructuaria de esta tradición es el llamado
“martinismo” el cual es una creación de Gérard Encausse (Papus) quien funda
una “Orden Martinista” hacia fines del Siglo XIX.   Pero resulta que esta “Orden
Martinista” (que hubiera hecho revolcarse en la tumba a Louis Claude de Saint-
Martin, dado su carácter totalmente humilde y sencillo, al ver una Orden ¡con
su apellido!) y aprovechando también la confusión entre el apellido Martines y
el apellido Saint-Martin. O sea que, desde el principio, la intención fue aviesa y
esta supuesta “Orden Martinista” se apropia de los símbolos de los Filósofos
Desconocidos que, como sabemos son: la máscara, la capa y el cordón, entre
otros.
Este es el gran problema, la gran aporía que ha surgido a partir del
siglo XIX, dando origen a una terrible confusión porque de ese “martinismo”,
doctrinariamente vacuo, saldrán muy diversas ramas de orientación pseudo-
cristiana, “budista” o claramente ocultista. Además, ante la muerte imprevista
de Papus, cada uno de los miembros del Consejo se creyó con la capacidad
para iniciar una nueva “Orden Martinista” lo cual generó una confusión mental
incontrolable.



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En  ese  sentido,  considero  que  lo  que  es  realmente  importante  es
recuperar  los  orígenes  y  las  fuentes;  y  las  fuentes  no  son  otras  que  los
Filósofos Desconocidos. Recordemos lo que suele ocurrir en muchas tariqas
musulmanas donde, a veces, y por algún objetivo en particular, un miembro del
grupo toma el nombre de la organización y se convierte en su portavoz, en
tanto  que  el  resto  de  los  miembros  permanecen  en  el  anonimato.  Acá  ha
ocurrido algo semejante, Louis Claude de Saint-Martin pasa a ser el “Filósofo
Desconocido” en tanto que la Fraternidad y la organización quedan en las
tinieblas. Y el simbolismo del cual se apropia el mal llamado “martinismo” es el
de la Fraternidad de los Filósofos Desconocidos y trata de hacerlo coincidir con
su nombre, con su orientación y con su forma de actuar.

ENTREVISTADOR.-  ¿Y entonces a la filiación rusa debemos comprenderla siguiendo el hilo y las fuentes…?
JFF.-   Claro, la filiación rusa de los Filósofos Desconocidos que es la que Saint-
Martin transmite en un solo grado en los S:::I:::  ,es decir,  “La Societé des
Intimes”. Y lo hace a propósito, conservando la letra “S”, la letra “I” y los seis
puntos geométricos. Justamente, estos seis puntos, fueron traducidos mal al
castellano: unos han dicho que son dos “cartas” y seis puntos en el sentido de
“incisos”... ¡No, no, no! De ninguna manera... Se trata de letras  (“lettre” en
francés es “letra” y “carta” a la vez). Se trata de los símbolos de la “S” y la “I”,
que unidas representan la Serpiente de Bronce elevada en el desierto y los seis
puntos geométricos son los del Sello de Salomón. No son seis incisos o seis
apartados en un libro...
Entonces, la ignorancia de la traducción ha llevado a creer a algunos que son seis cartas escritas por Saint-Martin y algunos incisos. Definitivamente no, insisto, es todo un símbolo: la “I” significa Unidad en tanto la “S” simboliza la multiplicidad y los seis puntos dispuestos en esa forma del Sello de Salomón, forman  simbólicamente  el  hexagrama,  emblema  del  Macrocosmos  y  de  la Piedra Filosofal.
Entonces,  la  filiación  rusa,  la  importantísima  filiación  rusa,  es  la
subsistente  porque  la  filiación  francesa  desapareció  con  la  Revolución.  La
mayor parte de sus miembros fueron guillotinados o fueron perseguidos. En
cambio, a través de las iniciaciones que Louis Claude de Saint-Martin hiciera al
príncipe Alexis Borisowitz Galitzin, a un grupo de la nobleza rusa, al príncipe
Simeón Worontzor y otros, se transmitió a la corte rusa y pervivió hasta la
Revolución Comunista. Esto le otorgó casi un siglo más de existencia, por eso
la filiación rusa es tan importante, en tanto que la francesa es sospechada
como inexistente.
Bueno,  esta  es  la  gran  cuestión,  en  estos  momentos,  clarificando cuáles  han  sido  las  verdaderas  orientaciones.  El  desaparecido  Robert Ambelain ha publicado algunos artículos mostrando la imposibilidad de que se haya transmitido en Francia la filiación de Louis-Claude de Saint-Martín. Así que todo esto es realmente una cuestión de estudio histórico.
ENTREVISTADOR.-  Retomo  un  poco,  por  la  cuestión  de  los  pasillos  del
conocimiento,  las  siglas  HRDM  y  sus  posibles  descripciones,  en  todo  su
profundo  sentido.  Por  un  lado,  en  los  grados  superiores  de  la  Masonería
Operativa como Harodim   (y Menatzchim...) y, por el otro lado, como Heredom,
entendida como la herencia (heirdom) de la Orden Real de Escocia…


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Menciono todo esto debido a la importancia que encontramos en la
transmisión de los nombres divinos dentro de ciertas organizaciones ortodoxas
como la Masonería Operativa, aún viva en pleno siglo XXI, y con ello algo
sumamente importante dentro de la continuidad del sacerdocio… El principal
nombre divino, o bien ha-Shem, o el Nombre por excelencia, es al menos un
ejemplo  de  los  nombres  y  omitiremos  otros  por  obvias  razones ¿Podría
ampliarnos la importancia de todo ello?
JFF.- Ciertas palabras, aparte de ser un vehículo vocal, son símbolos. Y como
tales, tienen la posibilidad de transmitir una serie de conocimientos doctrinarios,
como  eventualmente  también  una  serie  de  influencias  espirituales.  Ni  qué
hablar de los llamados nombres de Dios, o Nombres Divinos, que determinadas
organizaciones iniciáticas los poseen como patrimonio o como heredad propia
en su doctrina. Los masones operativos tienen principalmente como heredad,
en  este  sentido  de  nombres  divinos,  el  nombre  del  Todopoderoso,  el
Pantocrátor,  el  Omnipotens,  El  Shaddai  en  hebreo,  que  es  el  aspecto
constructivo de Dios. Y en esto hay que saber por qué se hacen éste tipo de
distinciones. Dios, en la concepción tradicional, tiene aspectos distintos: está el
Dios Padre, el Dios como Juez, el Dios como Médico Sanador o Curador y está
Dios en su aspecto de Constructor del Universo, entre varios más. De allí que
el  título  de  Gran  Arquitecto  del  Universo  sea  un  título  que  tiene  el
Todopoderoso y que justamente El Shaddai, el Todopoderoso, es el aspecto de
Dios que invocan los masones operativos. Esto es una tradición operativa que,
como dicen los ingleses, no posee un origen conocido; ocurre desde tiempos
inmemoriales.  Así  que  esa  filiación  y  esa  invocación  del  nombre  del
Todopoderoso por los masones operativos ha sido de alguna manera ignorada
u olvidada por la Masonería Especulativa moderna.
Otros nombres particulares de algunas organizaciones como Heredom, que significa tanto “heirdom” o sea herencia, o bien “harodim” que, en la Biblia, aparece como designando a los oficiales superiores constructores del Templo de Salomón. O como “hieros domos” o sea la Casa Santa o casa sagrada que, en última instancia, quiere decir “templo” y particularmente Templo de Salomón del  cual  los  Templarios  tomaron  su  nombre...  Hay  toda  una  línea  de significados que se van entrelazando unos a otros y son patrimonio de algunas organizaciones iniciáticas.
O sea la tradición del nombre es la tradición de la identidad y del significado o de la significación de esas identidades. Y bueno, justamente usted hacía mención a una de esas organizaciones y al patrimonio lingüístico, por así decirlo, que otorga una genuina heredad tradicional.

ENTREVISTADOR.- Si bien la Palabra “sustituta” del tercer grado (palabra más bien denominada como sagrada en la Masonería Operativa) es, en realidad, una  pregunta  y  conlleva  una  respuesta  es  allí  verdaderamente  donde encontramos   la   Palabra   Sagrada   y   aparentemente   perdida,   hoy   día desconocida por la Masonería Especulativa, al igual que la bendición de los Kohanim que vendría a ser el “signo perdido” del grado. Y en fin, respecto a la Palabra Sagrada comenta y afirma René Guénon:

Planteado  el  problema  en  estos  términos,  puede
considerarse que la búsqueda está  ‘encaminada’,
[…] corresponde a cada uno, si tiene la capacidad


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para ello, el hallar la respuesta y lograr la Maestría efectiva a través de su propio trabajo interior.

Todo  ello  nos  lleva  a  algo  verdaderamente  fundamental  sobre  la operatividad de los Altos Grados que se interrelacionan en lo que acabamos de plantear,  ya  que  estos  conservan  lo  que  aún  puede  subsistir  de  otras organizaciones tradicionales occidentales. Por ende, el carácter “conservador” de la Masonería, como dice Guénon, es una cuestión primordial y fundamental en todo el sentido de la palabra. Al igual que nuestro planteamiento anterior, nos  gustaría  nos  ampliara  este  punto  y  tal  vez  quisiese  ligarlo  con  lo  ya comentado por su parte en su reciente respuesta.
JFF.-  Correctamente,  primero  quisiera  puntualizar  algunas  cuestiones  al
principio de la pregunta. Efectivamente, la Masonería Especulativa moderna
posee, en el tercer grado, una palabra que se denomina sustituta. Sustituta
porque se perdió la original. En realidad, aquí existe una leve diferencia que
hay que señalar y remarcar. La Palabra sustituta de la Masonería Especulativa
moderna  es,  en  realidad,  una  pregunta  en  hebreo.  Pero,  a  causa  de  las
muchas distorsiones que se han producido en la transmisión, en la escritura y
la traducción de esa palabra, la han tornado  ininteligible. Esto ha ocurrido
particularmente en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, ya que es el más
popular y el que más se ha difundido en el mundo. Por esta causa es en el que
más  errores  y  más  distorsiones  se  han  producido.  Realmente,  ha  sido
incontrolable e incalculable el daño que se ha producido en sus rituales.
Por lo tanto, hay que reafirmar que la palabra sustituta es una pregunta y la Palabra supuestamente “perdida” es una respuesta a dicha pregunta. Las Palabras que se utilizan en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y todas sus derivaciones y contra-derivaciones existentes hoy en día, son deformaciones producidas por la ignorancia de quienes las transmitían acerca de cuál era su verdadera significación. Así, la Palabra  “Perdida”, en realidad nunca perdida para la Masonería Operativa, es la verdadera respuesta y efectivamente es uno de los Nombres Divinos.
Entonces,  planteada  la  situación  con  claridad,  vemos  que  cuando Guénon  hablaba  de  desviaciones  en  la  Masonería,  hablaba  de  estas cuestiones.   De   malas   interpretaciones,   de   malas   transcripciones,   de desviaciones; frutos, en última instancia, de la ignorancia acerca de lo que se estaba tratando. Entonces, claro, los Nombres Divinos tienen una significación y una importancia central en toda orden iniciática sea Occidental como Oriental. En este caso particular se impone retornar a las fuentes. Y las fuentes no son otros  que  los  Operativos,  pues  toda  la  Masonería  Especulativa  resulta  un reflejo invertido de la fuente originaria. Entonces, a priori, podríamos decir, como  un  criterio  de  verdad,  que  todo  lo  que  proviene  de  la  Masonería Especulativa es un error porque está invertido como la imagen de un espejo... Y hay muchas inversiones que se han producido en el origen de la Masonería Especulativa moderna. Este tema de la Palabra es fundamental porque es el eje que convoca a la actividad iniciática.
ENTREVISTADOR.-…Y  podríamos  decir  que  éste  punto  de        “quiebre”  o
inversión, por llamarlo de alguna manera, ocurre a partir de la actividad del pastor protestante Anderson en 1717…



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JFF.- Esto también hay que decirlo porque en 1717 se produce una pérdida de
conocimientos técnicos de la iniciación masónica. Entonces, se pasa a una
especie de religiosidad moralista protestante en donde se cambia la Palabra
Sagrada y en vez de ser un aspecto de Dios hacia el cual los obreros tienen
una afinidad especial, pasa a ser el nombre genérico de Dios desde el punto de
vista religioso. O sea, el Nombre que los masones operativos invocaban es el
primer Nombre que invocó Abraham. Este es un nombre de nivel inferior con
respecto a otros Nombres Divinos, pero es el que corresponde al estamento de
los obreros.
Ahora, esa relación técnico-iniciática se perdió cuando se adoptó un nombre de nivel superior y general pero considerado desde el punto de vista de una  religiosidad  que  debemos  calificar  como  protestante,  porque  eso efectivamente fue lo que ocurrió. Entonces, allí se pierden las condiciones técnicas de la transmisión del nombre desde el punto de vista estrictamente iniciático y constructivo.
ENTREVISTADOR.-…Entonces,  la  cuestión    “conservadora”  que  menciona
Guénon acerca de la Masonería, es incluso mucho más amplia porque abarca distintos niveles…
JFF.- Efectivamente, eso igualmente hay que remarcarlo y ponerlo a salvo de
los errores de trascripción, de comprensión y a salvo de los errores debidos a
las desviaciones políticas e ideológicas, que hubo y hay en la Masonería. Esto
ha ocurrido, particularmente, en los Altos Grados masónicos y que han sido
como una especie de Arca, como si fuese el Arca de Noé, conservadora de
tradiciones  e  iniciaciones  dormidas,  eso  es  muy  cierto.  Esto  ocurre
particularmente  con  los  sistemas  masónicos  de  Altos  Grados.  Podemos
mencionar, por ejemplo, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado de 33 grados y el
Menfis-Mizraim  de  96.  En  el  caso  del  Rito  de  Menfis-Mizraim  se  habrían
conservado más elementos, de diverso origen, que en el Rito Escocés Antiguo
y Aceptado porque son vestigios de otras iniciaciones que, en el escocismo
primitivo, no figuran.
Ahora  bien,  el  hecho  de  que  estos  Ritos  hayan  conservado  estos
grados es una tarea de suma importancia, en ese sentido han cumplido con su
misión. No obstante, también hay que decir otra cosa: dichos Ritos no están
organizados  para  conducir  a  una  verdadera  realización  espiritual  de  sus
miembros. Si uno analiza con el lápiz fino sus escalas de grados, advierte que
son incoherentes. O sea que dan saltos hacia adelante y hacia atrás, tanto en
el tiempo simbólico como en las jerarquías de los grados que transmiten. Esto
quiere decir que si, en determinado momento, en el REAA y aún en el de
Menfis-Mizraim en sus primeros grados -digamos los primeros 15 ó 20 grados-
aparece  un  grado  sacerdotal  y  después  de  este  puede  figurar  un  grado
guerrero y después de ése aparecer, inesperadamente, un grado artesanal.
Esta falta de coherencia en los sistemas de Altos Grados hace que no sean
operativos para la realización espiritual. Porque, para que una organización
iniciática permita un tránsito regular y positivo hacia una realización de sus
iniciados, en principio, no deben practicar muchos grados porque, entonces, no
los pueden trabajar a cada uno de ellos, como corresponde.
Los sistemas más efectivos han sido de 7 ó 9 grados o aún de 12 y 13
pero  no  muchos  más.  Eso  permite  una  mayor  coherencia  interna  de  las
leyendas iniciáticas que tienen que estar, digamos, entrelazadas las unas con


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las otras. Cada una tiene que ser la explicación y  la profundización de la
anterior. Si uno se dedica a analizar leyendas iniciáticas de algunos grados de
los dos grandes Ritos, advertirá fácilmente que se producen vaivenes que no
coinciden con una progresiva formación doctrinaria ni ritual. Por ello, el rol que
han cumplido es el de trasmisor y conservador pero no el de operativo.
Estos roles hay que tenerlos muy claros para saber qué sirve cada cosa. No vamos a cortar una madera con un martillo, usamos un serrucho... Unida a una pregunta anterior podemos decir que más del noventa por ciento de  los  masones  no  saben  qué  es  la  iniciación,  ni  saben  para  qué  sirve. Únicamente entienden por Masonería un perfeccionamiento moral porque, más allá  del  nivel  moral,  desconocen  absolutamente  los  planos  superiores, metafísicos e iniciáticos propiamente dichos.
ENTREVISTADOR.-  Y  he  aquí  un  punto  que,  al  parecer,  es  de  lo  más relevante. Dice Guénon:
… con respecto al grado del Royal Arch, […] cuyo origen operativo directo no ofrece duda alguna, de alguna  manera,  es  el  complemento  normal  del grado de Maestro, con una perspectiva abierta a los “grandes misterios.”
En esto último vale la pena detenerse: la puerta abierta a los grandes misterios y por ende, agregaría, a la vía metafísica. Creo que las más de las veces, se ha pasado muy de largo esta cita en la obra del metafísico universal y de todos los tiempos.  ¿Qué opina al respecto de la importancia de esta afirmación contundente que hace René Guénon?
JFF.- Muy bien, y sería más drástico que René Guénon. Diría que el Arco Real
es el verdadero grado de Maestro Masón. Porque los Terceros Grados de la
Masonería actual no corresponde a genuinos Maestros Masones sino que, en
realidad, son Maestros de Logia lo cual es una cosa muy distinta. La Masonería
Especulativa  moderna  ha  agrupado,  indistintamente,  categorías  que  los
Operativos  distinguían  con  mucho  cuidado.  Por  ejemplo,  un  Compañero
Avanzado  puede  desempeñarse  como  Maestro  de  Logia  de  Compañeros
inferiores  y  de  Aprendices.  O  sea  que  un  Compañero  de  la  Marca  o  un
Compañero  Constructor  Avanzado  perfectamente  pueden  ser  Maestros  y
actuar como Maestro de Aprendices y de Compañeros atrasados con respecto
a él.
Ahora bien, ser Maestro Masón es una cualidad y una categoría que sólo puede haber tres por Logia. Desde el punto de vista Operativo, no hay más que tres Maestros Masones por Logia que representan, respectivamente, al rey Salomón, al rey Hiram de Tiro y al constructor Hiram Abbi. Por eso la regla antigua: Three to rule a lodge, tres dirigen la Logia. Es decir que, en una Logia Operativa, hay tres Venerables, no un solo Venerable.
Y  en  este  caso,  ha  habido  polémicas  y  se  han  desatado  serias
discusiones acerca del origen del grado de Maestro porque se supone que,
originalmente, existían solo dos grados, Aprendiz y Compañero y luego se creó
un Tercer Grado. Estos son problemas, aparentemente, sin solución porque las
cuestiones están mal planteadas. Es decir, el problema está mal planteado. Lo
que  ocurre  es  que  los  que  generaron  la  revuelta  masónica  de  1717  eran
Compañeros; algunos de ellos ni siquiera eran iniciados como el pastor James


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Anderson que era capellán de una Logia y como tal no había pasado por la
iniciación, sino que sólo había sido consagrado como Brother of Jachim, o sea
como Hermano de Jakín. Entonces, en este caso particular de la Gran Logia de
Londres, luego se advirtió que faltaba un grado para cumplir y completar los
tres  mínimos  necesarios. ¿Y  qué  se  hizo?,  Se  utilizó  una  ceremonia
conmemorativa, propia de los Maestros Masones Operativos, que se practicaba
como recordatorio de la muerte de Hiram Abbi y para su reemplazo. Porque de
los tres Maestros Operativos que dirigían la Logia, había dos que eran  “ad
vitam”, o sea para toda la vida y uno, el que representaba a Hiram Abbi, se
renovaba  todos  los  años.  Entonces,  duraba  un  año  en  su  mandato.  La
ceremonia que se utilizaba para recordar la muerte de Hiram y su reemplazo,
es la ceremonia conmemorativa que se tomó como base para elaborar un
Grado de Maestro especulativo. Así que de una conmemoración se hizo un
grado y se “completó” -digamos- la serie de los tres grados de la Masonería
Especulativa moderna.
En  el  caso  del  Arco  Real,  no  se  trata  ni  lejanamente  de  un complemento de la Maestría, sino que es la Maestría misma y esto hay que decirlo, mal que le pese a quien sea, de un lado o del otro, del Rito Emulación, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado o de cualquier otro Rito. Hay que tener claro que la Maestría se divide en dos: Maestro de Logia y Maestro Masón. El grado de Maestro Masón es la sumidad, el grado supremo de la Maestría, el grado de Maestro de Logia no.
ENTREVISTADOR.- Y entonces la puerta a los Grandes Misterios...
JFF.- Ah sí… el simbolismo del Arco Real, justamente, el Arco de Bóveda con
la Piedra Cimera que es la última que se coloca para cerrar el Arco. Se pone
desde afuera, no se puede poner desde adentro. Cuando se abre nos da la
verticalidad del lugar y es por donde, nos dice Guénon, desciende el Rayo
Celeste. En todo esto hay una gran coincidencia, digamos, con las doctrinas
hindúes en particular con la teoría de los Chacras. Guénon ha aludido al grado
de Maestro del Arco Real y al simbolismo de la coronilla craneana y la Bóveda.
Cuando Guénon alude al Maestro, alude al Maestro del Arco y no al Maestro de
Logia, no al Tercer Grado especulativo. Lo que ocurre, en este sentido, es que
Guénon es sumamente prudente y cuidadoso en sus expresiones y lleva esto
hasta sus últimas consecuencias... Son caminos que él marca. Él traza un
sendero y con seguirlo simplemente, la misma lógica lleva a conclusiones que
Guénon no las dice pero que están implícitas en todo lo que él mismo afirma.

ENTREVISTADOR.- Guénon comenta que la importancia de los Altos Grados
de la Masonería reside en el estudio profundo de la filosofía y de la metafísica.
Podemos suponer que esto tiene una significativa relación en poder diferenciar
los   alcances   verdaderamente   metafísicos   del   G:.A:.D.:U.:   y   dejar   de
contemplarlo como un mero demiurgo o numen intermediario. Al menos, es una
de las diferencias notables que René Guénon establece entre la Masonería
Especulativa y la Masonería Operativa, ya que la primera sólo logra vislumbrar
ciertas  apariencias  imaginándose  figuras  y  valores  muy  alejados  del  Gran
Arquitecto, si no es que incluso, suprimiendo su verdadero sentido y alcance
¿Cómo remarcar esta importancia para el estudio del simbolismo masónico,
sobre todo en la herencia viva de la Masonería Operativa?



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JFF.- Bueno, esto es un punto crucial, porque se refiere al Principio espiritual
de la Masonería Operativa. Acá conviene también hacer ciertas aclaraciones.
En realidad, Gran Arquitecto del Universo es un título. Es la denominación de
una función porque, a partir del Siglo XVIII, se ha dicho con mucha ligereza que
el Gran Arquitecto del Universo es el Dios de los masones o que, para los
Masones, Dios se llama el Gran Arquitecto del Universo. Eso no es tan así,
esto  hay  que  puntualizarlo  porque  le  ahorra  a  masones  y  a  no  masones
muchas polémicas estériles, porque las cosas no son exactamente así.
Y volviendo siempre a las fuentes operativas que son el único criterio de verdad seguro en estas cosas: ellos han afirmado permanentemente que invocan un aspecto de Dios. O sea que invocan el aspecto más comprensible y cercano para los trabajadores. Un guerrero o un caballero puede invocar a Dios como el jefe de los ejércitos celestiales como “Yahvé Sebaot”; en cambio, un Juez tomará un aspecto divino de Dios de acuerdo a su profesión en la tierra, obviamente, justiciero.
Cada actividad tradicional está fundada o tiene un Principio espiritual. De esta manera, se manifiesta como una cualidad divina o como un aspecto de Dios. El aspecto constructivo de Dios es el que invocan los constructores, como ya hemos afirmado en otras respuestas. En este caso, las fuentes tradicionales de  los  Masones  Operativos  son  unánimes.  Sin  ninguna  duda,  también  el Compañerismo francés, “le Compagnonnage”, comparte ese mismo nombre de Dios que es “El Shaddai” que es un nombre hebreo. Es el “Pantokrator” en la tradición cristiana griega, el  “Omnipotens”, el Dios Todopoderoso. Ese es el verdadero Nombre que invocan los masones tradicionales operativos, el cual tiene un título que describe su actividad. El Gran Arquitecto del Universo es el gran ordenador del cielo y de la tierra y del cosmos manifestado, tomando palabras bíblicas expresamente.
Entonces, estas cuestiones que parecen tan “técnicas”, me refiero a
que  son  verdaderamente  técnicas  y  completamente  referidas  a  la  Ciencia
Sagrada. Por ende, no se trata   estrictamente de historia, psicología o filosofía.
Son otras ciencias, casi todas ellas con fundamento escriturario, es decir, con
fundamento en las Escrituras Sagradas. Aquí hay que saber que existen ciertas
cualidades que unen el número, la letra, la sílaba y el Nombre con cualidades
geométricas. ¿Cómo puede ser, por ejemplo, que haya una relación estrecha
entre un Nombre de Dios en hebreo y una cualidad geométrica del triángulo de
proporción 3-4-5?  Estas  cualidades  son  unidas  por  el  valor  numérico
algebraico.  Entonces,  aquí  hay  vestigios  de  una  ciencia  que  no  es  ni  la
Geometría común, ni la lingüística común, ni cosas por el estilo. Hay otras
cuestiones que son muy profundas, quizá lo que pueda denominarse como la
Ciencia de las Letras, la originaria, la antigua. Y bueno, esto ya nos llevaría a
cuestiones un poco alejadas y muy poco conocidas, en general.
Todo esto que venimos diciendo, obviamente, tiene una consecuencia directa  sobre  el  simbolismo  masónico.  El  simbolismo  masónico  no  es exclusivamente  visual,  es  también  gestual;  es  un  simbolismo  basado  en movimientos, es palabras y sonidos y en entonaciones perfectas.
Entonces, ese simbolismo o bien capta y transmite ciertos elementos o
bien los perdió o los olvido. Todo depende qué tipo de Masonería esté uno
analizando para esta cuestión, porque reitero no hay “una” Masonería, existen
diversas Masonerías muy distintas unas de otras. Un autor masónico dijo “en
verdad la Orden Masónica Universal es un Ideal”, lo que existe realmente son


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Obediencias Masónicas muy diferentes unas de otras, que hablan distintos
idiomas porque están en distintos países, poseen orientaciones diferentes y
trabajan según Ritos diversos y distintos. Así que aquí, quizá como paradigma
y como comparación, convendría tener en cuenta, por ejemplo,  ¿Qué es el
Cristianismo? Existe el cristianismo de la Iglesia Católica Romana, pero existe
también el Cristianismo propio de las otras Iglesias Católicas: las Ortodoxas, la
Anglicana, la Galicana; está el Protestantismo... Hay cristianos trinitarios y hay
cristianos monoteístas, monofisitas. Unos hablan en inglés, otros hablan en
portugués, otros hablan en ruso o en árabe... O    sea que el panorama del
Cristianismo es muy variado. Y en realidad, en el Cristianismo, hay muchas
iglesias,  cada  una  con  su  tradición,  con  su  liturgia  y  sus  particularidades.
Bueno, algo muy semejante pasa con la Masonería. La Iglesia de Roma tiene
un Papa como su cabeza pero las otras no lo ven así. Entonces ¿Quién es el
representante de todo el Cristianismo? Lo mismo pasa con la Masonería: el
Gran Maestre de una Obediencia es el jefe de solo esa Obediencia, pero
¿Quién es el jefe de todas las Obediencias Masónicas? Nadie puede serlo y
con mucha mayor razón que en las Iglesia, porque el principio de la Masonería
es,   precisamente,   un   principio   de   autonomías   y   no   de   autoridades
centralizadas; dentro de una Obediencia sí puede existir centralización, pero
fuera de ella es imposible.

Fin de la segunda parte
































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